RELATO - HOY ESCRIBO A MI NAVIDAD

HOY ESCRIBO A MI NAVIDAD   Siempre despierto temprano, no aguanto en la cama creo que ya he descansado bastante y me levanto. Está claro que no estoy cansada, o de lo contrario permanecería en ella calentita igual que cuando mis hijos me despertaban, diciéndome, mamá, ya es de día. Todo ha cambiado, ¿verdad?, no queremos a veces darnos cuenta, pero es así, lo que no cambiará nunca, por lo menos a lo que a mí respecta, son los nervios de las noches festivas, la buena y la vieja como decían. Madre mía cuanto tiempo de aquellas frías veladas que por consecuencia sentías erizarse la piel, y acusabas al destemplado tiempo de ello y no a la emoción que sentías. Pero con aquella juventud no podías hablar de emociones o eras una antigua o ridícula igual que los mayores. - Nos tenemos que dar prisa o no llegaremos a misa, relataba mi madre, hoy por mucha prisa que me dé, es inviable ir. Todo ha cambiado mucho, ahora las personas se hacen cómodas y salen a que les sirvan. Daría lo que fuese por ser yo quien ahora sirviese la mesa a quienes ya no están, padre, madre, hermano, yayos, tíos son tantas las almas que volaron que... Qué es hoy, pregunta mi hermano que lo he sentado conmigo... Yaya no se me olvido comprar nada para el puchero de Navidad, yayo ha traído las estrenas, las tiene que dar mañana, venga esa copita de moscatel para entrar en calor. Mi madre me mira y me dice que no beba, que no está bien, mientras mi padre canta, pero solo esos días. Pasajes hermosos de mi Navidad, recuerdos que con un suspiro evocas sin remisión. Entonces la lágrima escondida resbala por la mejilla, no penes Deli, llora, nadie te ve, bueno igual no es así, ya que no se fueron nunca.   Deli