RÍOS DE PAPEL
El viaje ha resultado asombrosamente breve. Las estaciones se han sucedido como un invisible hilo mientras ambos se cuentan historias propias. A veces uno y otra se han interrumpido para señalar la preciosidad de un campo de trigo, un altozano coronado por un nogal solitario, la fotografía o instantánea de un pozo abandonado junto junto a una casa solariega...
Se conocieron al subir al tren desde el húmedo andén. Ella llevaba una pesada maleta y el viento hizo volar su sombrero de ala ancha. Marcos lo alcanzó en dos o tres pasos y la ayudó a subir a la plataforma con la maleta.
Ella se mudó de compartimento y comenzaron a relatarse los cuentos que ambos escribían como aficionados.
Así fue como comenzó un apasionante viaje de conocimiento mutuo...
De eso se cumplen hoy veintinueve años y un río de papel continúa brotando de sus dos mentes compartidas.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales