SIETE PROPÓSITOS PARA EL AÑO NUEVO

SIETE PROPÓSITOS PARA EL AÑO NUEVO

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Seguir llamando cielo al firmamento.
Seguir llamando al diablo viejo maestro.
Seguir llamando amor a la pasión ardiente.
Seguir el rumbo del tren nocturno.
Seguir ahondando en mis adentros.
Seguir con las sirenas y las hadas la corriente.
Seguir sosteniendo el fuego de Prometeo.

                   (Del oratorio del capital pecado)
                                     Maese Volpe —1981—

Seguir llamando cielo al firmamento, anhelo de conexión con lo espiritual, lo infinito, lo trascendental. Encontrar sentido a la vida día a día, comunicarse con uno mismo y con los demás, aspirando a algo más allá de la cotidianidad. Es conectar, comprender, buscar para soñar, para amar.
Seguir llamando al diablo viejo maestro, en una búsqueda incesante y positiva del conocimiento prohibido, la rebeldía ante las normas caducas y la exploración de lo oscuro dentro y fuera de nosotros. Confrontarnos con nuestras propias sombras y elegir navegar por ellas, para transformarnos en lo que nosotros queramos llegar a ser.
Seguir llamando amor a la pasión ardiente. Sintiendo la pasión, esa chispa que nos consume de manera casi instantánea y desbordante, con esa fuerza desmedida y disfrutarla, sabiendo que el amor verdadero, en su forma más profunda y madura, es algo distinto, que va más allá de la mera atracción física o sexual.
Seguir el rumbo del tren nocturno, que nos lleva a lugares insospechados, que nos anima a seguir adelante, a abrazar la incertidumbre y continuar el viaje en buena compañía, confiando que, aunque no veamos con claridad el destino, el trayecto tiene el mismo valor, si lo haces con las personas que quieres.
Seguir ahondando en mis adentros, cuestionándome quien soy, qué quiero, qué me mueve, siempre con valentía y autenticidad. Conocerme interiormente me permitirá tomar decisiones alineadas con mi verdadero ser y dejar de lado los impulsos y presiones externas.
Seguir con las sirenas y las hadas la corriente, como un fluir constante, un impulso que me lleva y me arrastra por la naturaleza de forma instintiva, intuitiva y armónica, sin forzar, escuchando mis deseos más profundos. Sigue la corriente de las sirenas, conectando con lo misterioso y lo mágico que nos rodea a diario y no vemos, con nuestra parte libre y salvaje tan necesaria en esta vida.
Seguir sosteniendo el fuego de Prometeo, promoviendo siempre el conocimiento, la creatividad y el progreso científico, resistiéndote a la ignorancia, opresión o limitaciones impuestas por la sociedad en que vivimos.