ENSOÑACIÓN
El momento del desdoblamiento de la conciencia. Dos mundos en un mismo instante. Aquí y allí, o allá; en otra parte. Otro diálogo. Milisegundos de escena paralela, lateral, superpuesta. Tiempo diferente, pero igualmente real, existente.
Inasible. Irrepetible. Inencontrable. Dolor que ya no encuentras si lo buscas. Irreproducible.
Ensoñación.
Ermitaño, no es una sombra, ella existe. Traspasó el umbral de tu umbría cueva. Hizo arder tu corazón. Si lo convierte en cenizas, llévalas al altar de la diosa adolescencia.
Cerró los ojos un segundo, o quizá fueron cien. En el breve parpadeo todo se disolvió y comenzó a flotar en un espacio ajeno, donde las sombras danzaban con luces que nunca existieron. Entre las manos, sostenía algo, invisible, no palpable, sabiendo que era lo que había buscado. De repente, un sonido rompió la calma, la paz, y al abrir los ojos la habitación estaba igual, solo que ella ya no estaba allí.
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