EL TREN DEL PLACER (2)
Por Eunoia
Enviado el 02/01/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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EL TREN DEL PLACER (2)*
En el vagón del tren, el movimiento rítmico y suave parecía fundir el tiempo. Enfrente, él la miraba con una intensidad que encendía chispas en el aire. Ella, inmersa en un libro, sintió su mirada y levantó la vista, encontrando sus ojos llenos de curiosidad. Un instante, un roce, y el mundo exterior se desvaneció.
Las estaciones pasaban, pero el tren continuaba en su trayectoria. Las sonrisas tímidas se transformaron en conversaciones, y las risas llenaron el espacio reducido. Cada palabra compartida era un ladrillo en la construcción de una conexión que crecía con cada parada.
A medida que el paisaje se desdibujaba, el tren se convertía en su propio universo, donde sólo existían ellos. En un giro inesperado de la ruta, las manos se encontraron, un contacto fugaz pero electrizante.
Se encontraban solos en el vagón, la noche caía lentamente. Ellos se acariciaban las manos, sin prisa, sin palabras. La tensión sexual se respiraba en el ambiente. El acarició la cara de ella y ella le dio un tímido beso en los labios. Ese beso encendió una llama de puro deseo. Él respondió a ese beso comiéndole la boca, sus labios se fundían, sus bocas se saboreaban con ansía mientras sus lenguas se acariciaban. Ella sintió una excitación intensa, su sexo chorreaba flujo durante ese beso, sus manos se perdían en el cuerpo de él mientras él estaba completamente empalmado. Su polla reventaba la entrepierna de su pantalón vaquero. Ella tocó su "paquete" y un escalofrío la recorrió. Estaba deseando que ese hombre la tocara, la comiera entera. Perdida en el deseo que la invadía desabrochó la cremallera del vaquero de él y metió su mano tocando su tranca erecta, mojada, dura... Él la acariciaba a ella por debajo de la ropa, desabrochó su sujetador y ella soltó un gemido, mientras él jadeaba. Por el agujero de la cremallera saltó una polla rosada, con la punta del capullo completamente mojada. Con su mano dentro de las braguitas de ella, él la tocaba de tal manera que ella sentía llegar al clímax. Cuando tocó su clítoris totalmente erecto, tenso y mojado, no pudo contenerse y tuvo un orgasmo brutal que hizo que gimiera sin control. Él sintió su polla como un volcán, y más cuando los labios de ella comenzaron a recorrerla arriba y abajo. Su lengua presionaba su glande y la recorría una y otra vez. De rodillas chupaba sus huevos, los metía en su boca, primero uno y luego otro. Sintió que se iba y una oleada de espasmos esparcieron su semen por el compartimento mientras jadeaba. Su leche no dejaba de salir en oleadas de intenso placer. Ella lo besó con dulzura y le dijo al oído. Este será siempre para mí el tren del placer.
* [Parte 1en categoría Amor]
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