NIÑO CON VALOR DE PLATA DE LEY

      NIÑO CON VALOR DE PLATA DE LEY  
 
   Inasequible al desaliento, el niño voltea en turno a la glorieta del parque. A una prudente distancia, la hermosa muchacha de piel cobriza vigila atentamente sus movimientos mientras disfruta los pocos rayos de sol que consiguen franquear las espesas volutas blanquecinas y rizadas de las nubes que parecen estáticas en el cielo invernal.
El niño se siente feliz y orgulloso del sombrero, el cinturón con cartucheras, la pistola de plástico plateado y la estrella de plata de sheriff que le han regalado estas fechas. Cuando se cruza con otros niños parece que sus ojos pardos se tornan infantilmente retadores.
Persigue una tras otra a las tímidas palomas que deambulan picoteando restos de comida. Les apunta con un ojo cerrado y sus labios formulan el ritual "pum". Cuando se acerca a ellas, las aves, trazan vueltas impredecibles dejando las huellas de sus cuatro dedos rojizos marcados en el seco suelo arenoso. Finalmente, aburridas del infantil acoso, una tras otra las palomas elevan el vuelo y abandonan el parque. Ante la majestuosidad de las alas desplegadas, los ojos del niño expresan la inagotable sorpresa de los interrogantes ante la simplicidad de la vida.