UN DÍA GRIS
Él estuvo ausente. Un día de nubes y desesperanza...¡eso es la rutina, los escombros de la convivencia, la asfixiante nada, el ojo del Cíclope, del ignorante Cíclope, del centinela, del guardián del vacío frente a la luz de la ilusión!
Ella escribió: Estoy aquí. Soy parte de ti. Soy parte de ti. "En un día gris, cuando las dudas nublen tu mente, quiero que este mensaje ilumine tu pantalla y también tu alma . "¡Eres importante para mí, amigo mío!" En otro párrafo escribió: "Sonríe. Sabes que no estás solo en la tormenta."
Finalizó: A veces, existen personas que tienen el don de ser un ancla que nos sostiene y la buena amistad, siempre es un refugio donde los corazones encuentran consuelo".
La sonrisa que le transmitió su amiga disipó el día crudo y macilento. Expulsó la mediocridad, la incomprensión, el verdín de su estanque, gracias a su amiga, ahora luminoso y bello.
Miró su pantalla y dejó que de sus labios volase un beso, que onduló el viento de la fría noche y sus dedos extendidos lo depositaron en la cálida pantalla de su vínculo.
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