El hombre que quería ser un dios

Vivió toda su vida anhelando ser un dios, la vida de hombre no le resultaba gratificante.Incapaz de seguir resignándose a aceptar su insignificancia, se cortó las venas. Contempló las cascadas rojas deslizándose hacia el suelo hasta que, finalmente, su vista se nubló por completo.

Cuando despertó del sueño que es la vida, recordó que efectivamente era, no un dios, sino Dios. Había decidido sumergirse en aquel mundo imaginario y repleto de dificultades por puro aburrimiento.

Se sintió tan pletórico al recobrar la autoconsciencia de su divinidad que decidió volver a soñar con esa vida gris otra vez, solo por el deseo de experimentar de nuevo, tras muchos largos e ilusorios años, aquel momento de extasis en el que redescubriría que la pesadilla que le parecía tan real no era más que un mal sueño.