Caída al Vacío (parte1)

                                                   Caída al vacío (parte1)

Se llamaba Olga, era la más pequeña de tres hermanos. Venia de una familia media, muy trabajadora. El padre, era muy egoísta, egocéntrico y bastante dictador. Todo se tenía que hacer, como él lo disponía. Antes de irse a trabajar, siempre dejaba todo los quehaceres de la familia ordenados, siempre procuraba que todo estuviera en su sitio, sin importarle la edad, peso de la función o sexo del miembro de la familia. Todos tenían una obligación y un deber con cada uno y si a su vuelta, alguno no lo había obedecido, siempre solía ponerles un castigo por su desobediencia.

Un día Olga viniendo del colegio conoció un joven de la misma edad que ella. Este muchacho tenía 14 años, solo unos meses mayor que la joven. A salir de clase, decidieron caminar juntos de regreso a sus casas, ya que vivían unas cuadras uno del otro. El papá de Olga los vio y se enfureció. Dirigiéndose hacia su hija y zarandeándola, la agarro y a empujones la llevo a su casa. La muchacha imaginando el castigo, le produjo un terror galopante y consiguiéndose soltarse salió corriendo sin mirar por donde corría, ni hacia donde se dirigía. Se introdujo en un bosque cercano, el cual siempre se había escuchado historias de miedo, desapariciones de personas, ruidos de procedencia desconocida y seres muy raros y extraños.

Olga corría, corría, sin darse cuenta de que llevaba, más de media hora corriendo. Cuando se percato que se encontraba dentro del bosque, miro hacia atrás, sin dejar de correr, cayendo en un hueco de grandes profundidades. Estuvo en caída un tiempo, que le pareció interminable. Empezó haber varias escenas, imágenes de realidades, donde veía a personas reírse, tener un día normal de compras, colegio y diversión. Cada escena parecía una realidad distinta. Cada versión parecía repetida, si no fuera por las ropas, el habrá y los paisajes. La caída era tan lenta, que incluso podía oír una conversación ó reconocer caras.

Pero lo más curioso de todo fue, que siempre salía su padre. En una hacia de malo, en otra de bueno. En una de mártir, de víctima, en otra de una persona responsable y valiente. En una sitio, un dolor inmenso que le traspasaba el alma. Vio como mataban a su padre. Cada miembro estaba atado a una punta de una cuerda y los otros extremos sujetos, cada uno a un caballo diferente. Vio como murió en pocos segundos. Lo veía en escenas cada una diferente y lo contrario a otras. Conforme veía el dolor, el sufrir, la alegría,  como mataba y como lo mataban a él, incluso la maldad y lo bueno de quien era su padre, iba desapareciendo el miedo, iba desapareciendo el llanto y empezaba a echarlo de menos, pues empezaba a comprenderlo y a entenderlo. Aunque en sus adentros, seguía sin desear verlo y mucho menos volver con él. Olga empezaba a tener conflictos con ella misma y lo que sentía por su progenitor.

 Por fin toco suelo, se encontraba muy agotada y termino desmallándose de cansancio, de dolor, sufrido por todo lo que había visto y sentido. Pues parecía tan real, como si ella pertenecía a cada vivencia vista de su papá, como si ella hubiese sido un personaje de cada escena que había contemplado su vista.

Al cabo de un tiempo despertó, viendo un pasadizo, a su izquierda. Empezó a caminar y a distinguir conforme caminaba, el paisaje se volvía cada vez lo más parecido a un  camino donde se encontraba de frente con una puerta de acero. A la derecha había como una pantalla pequeña, donde tenía la imagen de una mano. Olga levanta su mano derecha y la puso en el cristal, seguidamente escucho una voz que decía;

--Adelante Olga. Bienvenida a la cámara del simulador de realidades.

                                               Continuara