LA LEY DEL SILENCIO

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                      LA LEY DEL SILENCIO  
 
 
"Cuando el sexo ríe, un terremoto sacude el mundo, estremece el edificio de la Bolsa, y derrumba sin remisión los templos."
                                                       Henry Miller

 
 
   Es difícil y arriesgado intentar romper barreras y superar las limitaciones del encajonamiento dominante. A menudo, los precursores se ven condenados a la marginación y la condena del silenciamiento. En otras ocasiones, se trata de una verdadera conspiración para silenciar a los díscolos que se atreven a saltarse las reglas no escritas admitidas obsecuentemente. Avanzar no es fácil para quienes no aceptan las cadenas del establishment y tratan de hacer que el arte sea un reflejo auténtico de la realidad de la sociedad contemporánea.
El británico Michael Winterbottom es un director con una dilatada carrera y títulos que han aportado una visión refrescante y nueva a géneros ya encasillados y repetitivos. En 2004, el realizador se atrevió a romper los moldes y transgredir una ley implícita que separa las películas corrientes de las que son calificadas como pornográficas. O, de otro modo, la ficción de la realidad amorosa, las emociones instintivas humanas y los sentimientos de los individuos. Y lo hizo de manera parecida al director japonés Nagisa Oshima, quien realizó la recordada El imperio de los sentidos (1976).
 
Nueve canciones es, en realidad, si queremos inscribirla en algún marco referencial, una historia de amor romántico, en la que dos personas, Matt y Lisa se conocen. Ella ha ido a la ciudad por estudios, y todo lo que ocurre, todos los sentimientos, incluido el de melancolía del protagonista, que recuerda todo ese tiempo, toda esa relación en el film, se ven desde un ángulo original y tremendamente real. La película rodada con un estilo de narración que recuerda al documental, en base a unas secuencias tipo flasback y un predominante ambiente musical, tiene un enfoque diferente que lleva a reflexión, en donde se desarrolla la relación sentimental de los protagonistas, Matt y Lisa.
 
Todo está visto desde una perspectiva que normalmente se oculta en todas las películas románticas, que es el sexo, y si eres capaz de ver más allá de lo erótico, te darás cuenta que tiene los mismos componentes que cualquier película romántica, pero visto desde otro prisma poco habitual o normalmente "censurado" u oculto, pero que a la vez, como todos sabemos, es lo natural y lo que nunca se muestra.  
 
La razón de esta película la expresó el propio director con estas palabras: "Cómo los libros pueden hacer esto y el cine, mucho más preparado para ello, no?". Se refería a la novela  Plataform del controvertido escritor francés Michel Houellebecq, del que no es posible evitar disentir respecto a algunas de sus opiniones.
 
Nueve canciones es una película que consiguió entrar en los circuitos comerciales habituales, a pesar de ser una de las primeras películas de un director afamado e incuestionablemente considerado uno de los grandes directores del cine actual. Trata la relación de sus protagonistas con una mirada objetiva y naturalista. En las imágenes y secuencias sexuales, el sexo se muestra abiertamente (eso que se llama, tomándolo directamente del idioma inglés, "sexo explícito"), sin esconder los comportamientos habituales de la relación física heterosexual. No se tratan de disimular las escenas de masturbación , cunnilingus, felación y penetración, que fueron rodadas de manera espontánea y veraz.
 
Sin duda, la visión dominante escandalizada y censuradora, y los intereses económicos ocultos, empeñados en seguir lucrándose con un cine que divorcia sexualidad auténtica y realidad sexual falseada, para mostrar únicamente, de forma repetitiva y aburrida, el sexo masculinizador de una sexualidad de penetración y posición del misionero con resignada sumisión sexual de las mujeres a los placeres varoniles, lograron echar el velo del silencio sobre una gran película que debería tener muchas y muchos más dignos continuadores de esta obra de Winterbottom, y así contribuir a desestigmatizar la sexualidad en el cine, promoviendo una visión más abierta, saludable y natural de la misma, sin falseos, sirviéndonos a todos como un espejo de la realidad, que contribuya a normalizar conversaciones y a aprender a hablar abiertamente de sexo.
 


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