Denunciar relato
Un ciego le dice a otro ciego, los dos comiendo sendos bocadillos de calamares en un banco de Madrid, esa capital de España que quita el sentío, por la gloria de mi madre: "Ojalá lloviera, torpedo".
El otro contesta: "Ojalá yo viera también".
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales