AMIGOS (EL PASADO 2)

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Salimos de la cocina todos reían mientras buscaban una canción para escucharla completa, Martha le dio rápidamente la charola a mi hermano para que siguiera con el trabajo y se abalanzó sobre Manolo quería la continuación de la historia con desespero eso me hizo sonreír, hacia tantos años de eso, pero a veces pienso que fue hace un parpadeo.

Manolo la mira extrañado no entiende bien de que le habla y cuando le quiere dar un trago a su bohemia ella le baja el brazo con insistencia, sus ojos me buscan quiere aprobación para contarle y yo asiento con la cabeza y luego me voy donde esta Pao.

-Mano dime ya por favor! – insiste Martha

- Cariño eso fue hace tanto tiempo, a estas alturas hasta parece en otra vida, no sé porque es interesante para ti, pero como veo que no podre terminar mi cerveza sin historia ahí va – dice calmadamente.

Estábamos en el parque y después de que una campanada nos regresó a la realidad, yo no entendía nada de lo que había pasado solo quería que continuara, se me hizo fácil decirle que fuéramos a la casa de mi tía, la verdad es que estaba nervioso porque quería llevarla a conocer a mi mama por la tarde. Pero después de lo que paso lo deseaba con cada fibra de mi ser.

Ella dijo que, si y caminamos de la mano sin decir mucho, yo sudaba me daba pena porque sentía que mi mano estaba empapada, pero no quería soltarla, después de dos cuadras llegamos era el numero 50 pintado de naranja desde que tenía memoria una casa cálida que mis tíos compraron después de casarse, mi madre, hermano y yo llegamos a esta casa después de la separación de mis padres tengo lindos recuerdos de esa casa me la pase tan bien ahí.

Entramos y nos recibió el jardín lleno de platas colgantes y un par de árboles frutales, el aroma y frescura contrastaba con la calle, entramos al recibidor la dejé un momento y fui a la cocina intente conectar la cafetera y busque en la alacena el grano de café, no sabía qué hacer y estaba haciendo tiempo para pensar, de pronto una mano blanca con las uñas pintadas de azul oscuro me acaricio la espalda, me puse frio al dar la vuelta mi ángel me veía con esos ojos hermosos chispeantes que tiene, me abrazo siempre que lo hace parece hundirse en mi pecho y se me pierde, me enternece que sea bajita pues la pierdo de vista a veces.

Sentí sus manos en mi espalda por debajo de mi camisa me tomo por sorpresa se me hizo un nudo en el estómago y mi cuerpo comenzó a reaccionar, ella se dio cuenta y me miro. La bese, no pude más y la bese, sus labios suaves y carnosos sabían a duraznos dulces cuando sentí el roce de su lengua enloquecí de deseo la quería Martha, la deseaba con todo mi corazón, sentí como me quitaba la chamarra y caía al piso, soltó su bolso y le quite el suéter caminábamos torpemente hacia la sala.

Al llegar al sofá me miro y me pregunto si estaba seguro de que pasara, le respondí que no estaba seguro de nada pero que quería que pasara y ella me dijo lo mismo, quería seducirla parecer experto en la materia pero ella era la que sabia seducir abrió mi camisa, sentí su boca bajar sobre mi cuello, mi pecho, su lengua recorrió mis pezones mientras mi cuerpo hervía y mi erección se pronunciaba más en mis pantalones, llego a mi ombligo y yo no lo creía, abrió mi cinturón desabotonando mis jeans y lamio mi costado no sé por qué me éxito tanto.

Yo quiera levantarla estaba casi de rodillas besándome la pelvis intentando bajar mi ropa, quería que siguiera, pero también quería besarla, tocarla, Dios como deseaba tocarla Martha… Desde el día que la vi en el pasillo con sus amigas de la carrera esperando a que llegara nuestro maestro de redacción, tenía una blusa negra de tirantes, una falda también negra de esas que envuelven las caderas como toalla que estaban de moda para las niñas medio raras en nuestros tiempos, las uñas pintadas de azul metálico así como su cabello del mismo tono y corto hasta los hombros, como me gusto cuando la vi, sonreía siempre sonreía y cuando cruce con sus ojos pensé que era el ángel gótico más surreal del mundo y solo quera tocar su rostro.

Quería tocarla desde ese día Martha pero no paso, hasta ese medio día en esa sala, sobre ese sofá color marrón, logre llevarla de nuevo a mi pecho, la bese mientras se montaba sobre mí y fue uno de los momentos más eróticos de mi juventud, sintió mi erección y sus mejillas se sonrojaron, toque sus pechos y ella se sobre salto apenada yo sabía que no eran la parte favorita de su cuerpo pues le habían hecho saber que eran pequeños pero para mí eran perfectos entre mis manos, bese su cuello, sus hombros, le quite la blusa y cuando le iba a desabrochar el sostén vi su abdomen, encontré su tatuaje y me detuve era real, mi ángel estaba ahí sobre mi cuerpo sin blusa estábamos a punto de hacer el amor en la sala de mi tía.

Entendí que, si pasaba toda la relación cambiaria y me dio miedo, tenerla traería la posibilidad de perderla y eso me aterro, le dije que la deseaba mucho pero que la amaba aún más, estábamos confundidos, tal vez solos y por eso se sentía tan intenso, ella me miro acaricio mi mejilla y de pronto vi como si reaccionara, me dijo tienes razón no quiero que seas mi próximo ex y que salgas de mi vida eso me da miedo.

Nos comenzamos a vestir no fue incomodo, hablábamos mientras ella se incorporó y fue a la cocina puso el grano de café en el depósito y encendió la cafetera, fui a poner música y la abracé, comenzó a sonar unchained Melody de Elvis ella ama a Elvis sonrió y me dijo que era algo irónica esa canción en ese momento y yo le dije que solo era la canción de la película Ghost: la sombra del amor de 1991 y ...así fue como siempre terminamos hablando de canciones que tienen que ver con películas.



Manolo le dio un sorbo a su cerveza mientras le guiñaba un ojo a Martha para luego alejarse con Arturo quien ponía La rubia y el demonio de panteón Rococo.

Vi a lo lejos a Marthita estaba más desconcertada que antes, Manolo me miro y señaló la bocina que reproducía la música y luego su oreja, Unchained Melody comenzó a escucharse, Martha se sorprendió, Manolo camino hasta mí y me extendió la mano y comenzamos a bailar, ella entendió porque siempre bailábamos esa canción, nos sonrió con dulzura, pero creo que también con algo de tristeza.

El celular de mi hermano sonó.

-¡Cuñado pensé que no me ibas a felicitar, mi hermana esta devastada por tu ausencia! – Le dijo a Patricio mi prometido.


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