NOCTURNO, DISTANCIA, SUEÑO

"El sueño nos espera, y solo aquellos que se atreven a soñar pueden encontrar su luz."

                                 Nocturno, 13/02/2025

En la penumbra de la noche, ella cerró los ojos y dejó que sus sueños la abrazaran. Se atrevió a volar, a amar sin miedo, a ser quien realmente era. Al despertar, el mundo parecía diferente; los sueños no solo eran ilusiones, sino el camino hacia su verdad.

El marinero telépata se deleitó mirando las olas enamoradas de la playa. ¿Envidiaba el beso espumoso que regresaba invariable a los brazos de las arenas?

Le regaló un cuento para sus sueños:

— El Tritón emergió entre chorros espumeantes. Había visto su imagen sobre las aguas del lago. Como las otras veces, ella sonreía y era portadora de un regalo para él, un cofre de jade. Lo dejó en la orilla serena, cerca de donde él estaba y se alejó caminando hacia atrás, sin dejar de mirar hacia los ojos almendrados del Tritón. Éste con dos movimientos de su cola llegó hasta la orilla y abrió la tapa del cofre. Entonces se escuchó la voz de ella. Dijo: ”Te amo».

El tritón cerró la tapa del cofre y lo apretó contra su pecho. La buscó con la mirada y en su idioma le devolvió palabras pronunciadas: «Te adoro».

Ella sentada sobre el cercano montículo de musgo verde, se echó reír y mil mariposas aletearon en su pecho. El ser del lago, con el baulito entre sus brazos, hizo una espiral con su cola y se sumergió.

Poco a poco la luz de la luna iluminó el paraje. Una lechuza ululó varias veces seguidas. En el fondo del lago, en una galería subterránea que conducía a una cueva de estalactitas doradas, el Tritón soñaba con ella. En la cabaña, acurrucada frente al fuego, con las piernas recogidas, ella se dejó llevar por la barca de los sueños... él era el barquero.