MI AMIGA NANCY CROSS 2de3

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La opción del departamento era el lugar de lujuria donde podíamos vivir, no solo la pasión de vestirnos, sino que abría el camino para otras cosas y de ese modo seguíamos viéndonos. Para hacer todo más fácil le di una llave de entrada al complejo y con eso yo tenía la oportunidad de ya estar vestida para cuando Nancy llegara, además como usábamos solo lencería ella a veces ya venía semi preparada con ella debajo de la ropa de nene.

En otra oportunidad yo ya estaba con lencería negra provista de un corsé de encaje con portaligas, medias red, mitones y tacos aguja.

Apenas llego se sacó la ropa de nene y mostro su tanga con corpiño también negro, casi siempre tratábamos de no usar lencería del mismo color ya que eso producía un contraste en el gran espejo que tiene el departamento, sobre una de las paredes lindantes a la cama, ese además es un buen aliciente ya que como a todas las chicas Cross nos encanta vernos en un espejo y más cuando hacemos el amor.

Algo común que continuábamos haciendo desde la primera vez era cuando ya estábamos listas, nos dábamos un beso acercando nuestros cuerpos, ese era el puntapié inicial para continuar.

En esa oportunidad luego del beso de aproximación, me baje, tome su miembro y rápidamente a mi boca para dejarlo duro, si bien a la Diosa de Nancy no le hacía falta mucho para excitarla ya que estaba lista muy rápido.

Luego de esos minutos de acción la hice poner en cuatro sobre la cama y empecé a jugar con su cola, ya tenía preparados dos consoladores que le darían pasión a ese juego de amor, tomé un inexpulsable que tenía varias bolitas unidas por silicona y luego de lubricarlo lo fui introduciendo en su cola, entraron todas quedando la última coronando el esfínter.

Continuando se lo pude sacar una y otra vez, su cola iba relajándose recibiendo una y otra vez esas bolitas y era maravilloso como se cerraba cada vez que salía o entraba alguna de ellas.

Cuando considere que ya estaba muy preparada tome un consolador hueco en el cual yo podía poner mi verga dentro, como la mía no es muy grande era una funda necesaria para que ella pudiera recibir aún más, sabía que de ese modo la podía hacer mía y sintiendo como que un negro, de gran polla, le estaba dando, ella podía ver esa imagen en el espejo y se estaba preparando para gozar.

Ya enfundada, me puse detrás de esa perrita mimosa que me estaba esperando, apoye la cabeza de ese conso hueco en su cola ya dilatada y sin más pensarlo se la hundí, ella con un gemido levanto la cabeza y ahí me di cuenta que estaba cumpliendo mi deseo de que sintiera como una puta que la estaban clavando, el conso se hundió hasta el fondo quedando mis testículos apoyados en sus nalgas, lo tenía todo adentro y aproveche con mis manos a tocarle su miembro que seguía estando duro.

Mis movimientos siguieron por atrás le estaba dando abriendo su cola y por delante la estaba masturbando, el calor fue creciendo hasta que empezó a gemir y al largar su leche su cola se cerró dejando atrapado el conso muy adentro, yo me retire y la deje en esa posición disfrutando de ese placer que estaba brindando.

En cada encuentro íbamos buscando nuevas vivencias y como ambas teníamos que disfrutar de la penetración empezamos adquiriendo un consolador doble de silicona, para lo cual luego de besarnos y tocarnos pasamos a la cama con ese miembro doble de cincuenta centímetros.

Nancy se puso en cuatro, tome el lubricante le apoye una de las cabezas del conso y se lo fui metiendo, una vez adentro yo me ubique cola con cola y me metí la otra punta, todo muy bien pero al ser un miembro de silicona al querer acercar nuestras colas el conso se doblaba, nos dimos cuenta que eso no era la posición así que retiramos el miembro y optamos por ponernos de otra forma, nos recostamos cruzando nuestras piernas y ahí Nancy fue la primera en meterse una de las cabezas y luego yo la otra, como teníamos la posibilidad de tocar ese conso doble lo sujetábamos para ir introduciéndolo más adentro hasta el fondo, casi logramos que nuestras colas se tocaran ya que estaban enfrentadas, y si bien no nos podíamos mover mucho estábamos ambas unidas disfrutando de ese pedazo de silicona que nos perforaba, de más esta decirlo que luego de unos minutos de tocarnos ambas acabamos tirando toda la leche en nuestras pancitas.

Si bien no habíamos logrado la posición pensada, estando ambas como perritas nos propusimos hacerlo, por lo tanto, debíamos conseguir algo más rígido y eso se vio resuelto con un conso doble de vidrio para un próximo encuentro.

Con ese conso nos encontramos nuevamente y apenas nos fuimos a la cama Nancy se puso en cuatro, yo le introduje la cabeza del conso que era mucho más grande que el tronco y una vez que se la puse adopte la misma posición que ella y me lo puse. Estábamos algo alejadas y ahí nos dimos cuenta que al estar unidas por ese tronco de vidrio cuando una se tiraba para atrás no solo se lo metía más, sino que también repercutía en la otra, además como no nos veíamos solo debíamos imaginar que atrás teníamos un macho que nos lo estaba metiendo.

Era magnifico acabar en esa situación, y como teníamos todo el tiempo del mundo luego de varios minutos lo hicimos en todas las oportunidades lo bueno era que cuando sentíamos que una de nosotras ya estaba a punto daba pie a que la otra también comenzara con su orgasmo, algo característico en ese momento es que el esfínter se cierra o sea que al tirarnos para atrás se notaba que una de nosotras abrazaba más ese tronco de vidrio lo cual denotaba que ya estaba culminando y tirando su leche.


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