UNA PAREJA IMPERFECTA

                UNA PAREJA IMPERFECTA

Nieves y Lorenzo era unos familiares directos de Rodrigo. Cumplían el requisito "pareja-matrimonial" prescrito. Pero... ahí terminaba todo; porque Lorenzo y Nieves eran una "pareja imperfecta".
O eso decían sus padres y los abuelos paternos de Rodrigo; incluso su abuela materna, la madre de Lorenzo.
En aquellos días (no tan lejanos) Nieves era objeto de miradas sombrías en la familia: Nieves trabajaba... es decir, Nieves trabajaba también fuera del hogar y, en los comentarios maliciosos de la madre y abuela paternas de Rodrigo, eso era una sombra sobre su papel maternal.
Pero había más...
Lorenzo tampoco se ajustaba a los criterios paradigmáticos de los papeles asignados en la división doméstica al hombre y la mujer. Lorenzo, quién también trabaja fuera del hogar, y Nieves se repartían las tareas domésticas.
Nieves y Lorenzo llevaban una vida modesta, donde no cabía el lujo, pero donde se respiraba un apacible aire de solidaridad de pareja, de idea de destino común con un fuerte lazo emocional y sobre todo sentimental.
A Rodrigo le hacía sentir mal escuchar las críticas negativas, las burlas y mofas, la punzante malignidad de los comentarios destructivos contra ellos. Observaba con los ojos inocentes de la niñez a aquella pareja heterodoxa, que desajustaba la visión ordinaria de la gente común y derribaba los altares de un protocolo impuesto.
Rodrigo estaba convencido de que aquella mujer y aquel hombre eran en realidad temidos. A él no le parecía que se tratase de una pareja imperfecta, sino de una pareja de enamorados.

                      (Historias de la calle Córcega)