Mi cuñado marroquí

Sé que el título de esta historia, no deja mucho lugar a la imaginación. Pero ya os garantizo que dentro de lo bestia que puede sonar todo lo que os contaré...

Se queda corto…

Muy corto…

Hasta el extremo de ver como ese hijo de perra, ha llegado a arruinar completamente mi vida sentimental, mi relación con mi familia, incluso terminar en el lugar en el que estoy ahora mismo, frente a él…

En esta tesitura que no tiene vuelta atrás.

Abdul que así es como se llama este “chulo-putas”, llegó a España en patera, siendo un niño, con apenas cinco años…

Todo esto lo sé, porque el hijo de perra, se vanagloria de contar toda su travesía, y lo peor de todo, es que siempre culpa a “los españolitos”, que es lo que más “porculo” me da de todo. El hecho de que el muy gilipollas generalice, cuando es el primero que odia que generalicen cuando se habla de “los moros”.

Y cuidado, que yo no soy ni racista, ni clasista, ni ninguna de esas mierdas que terminan en “ista”…

Que piensan que, ese hijueputa como toda la caterva que lo rodea, están todos cortados por la misma tijera. Son unos mierdas, que han venido a este país a dar por culo, hacer daño, a denigrar a las mujeres, y a vengarse de yo no sé qué mierda que tengan contra mi país.

El caso es que el muy subnormal, no tuvo más ocurrencia que terminar emparentado en la familia de mi esposa.

Os pondré en situación:

Su familia, está compuesta por Esteban, mi suegro, que es un buenazo, un hombre muy trabajador, abnegado y amante de su familia, pero todo hay que decirlo, un poquito insustancial.

Luego está mi suegra, una señora de unos 55 años muy pero que muy bien plantados. Hay que reconocer que está la tía como un queso. Un día se dio cuenta de que no quería continuar la dinámica vital que tenía y comenzó a cuidar su cuerpo, practicar zumba, se hizo algún que otro pequeño retoque y se dedicó a cuidar su cuerpo, entendiéndose que el dinero lo traía a casa mi suegro. De manera que Mila “Milagros”, que es así como se llama mi suegra, vive para cuidar de la casa, de sus hijas, y sobre todo su cuerpazo Fitness. Luego está mi cuñada pequeña, que es un precioso sol que ilumina toda la Granada. Y hace gala a su nombre Sol.

Es una chiquilla de unos 24 años, guapísima de cara, con unos ojazos turquesa, que iluminan allá donde van, tan linda, que es como inocente y cándida, pero su cuerpo…

Aquello es otra cosa…

Aquello es un arma de destrucción masiva. Tiene un cuerpo precioso, unas curvas vertiginosas, unas caderas amplias y espectaculares, además de tener un culazo formidable, duro, y muy respingón…

Cuando hace algún reel de TikTok, las visualizaciones se le disparan en cientos de miles, no por nada tiene la hija de las mil putas una 100-60-95.

Con unos pechos grandes, duros, tan altos como desafiantes, y unas areolas gruesas y pronunciadas y unos pezones Hiper-sensibles, que cuando se alegran, aquello es un verdadero y maravilloso espectáculo…

Eso, por no apuntar lo que guarda entre sus caderas. Me considero un verdadero afortunado por haber podido observar con detenimiento y con la confianza que ella me daba, aquel precioso coño que, pese a su inocencia, siempre siguió mis consejos y se lo depilaba completamente.

Aquello, resaltaba ostensiblemente sus preciosos y abultados labios vaginales, que define de ella una “bebesota” como los personajes de las canciones que a ella tanto les gusta.

A mí me adora, es como si yo fuese una especie de Gurú, y hermano mayor…

Cuando me ve, se iluminan esos ojazos y me tiene auténtica devoción.

Y verdaderamente ese cariño es completamente correspondido por mí.

Lo que más me gusta de mí Sol, es que es una niña absolutamente confiada, al menos conmigo y no tiene el más mínimo reparo en pasear completamente desnuda ante mí, muchas veces hemos tenido conversaciones verdaderamente calientes en las que yo siempre la he aconsejado, claro está, desde el cariño. Pero no he podido evitar comérmela con la mirada, para al final, masturbarme a lo bestia pensando en ese delicioso cuerpazo.

Ella tiene una especie de amiguito, que bebe los vientos por ella, él es Migui, un chaval encantador, un tío legal y buena gente, lo que se denominaría como un aliado.

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