Denunciar relato
En un rincón del parque, ella observa con desdén las celebraciones del Día de la Mujer. No necesita un día para recordar su lucha; cada amanecer es un recordatorio de las batallas diarias. Su fuerza no se mide en flores ni aplausos, ni en felicitaciones ni reinvindicaciones sino en el silencio de su resistencia. Hoy, como siempre, elige ser la arquitecta de su propio destino, sin festividades ni reconocimientos. Su vida es su verdadero homenaje.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales