8 de marzo

Por
Enviado el , clasificado en Reflexiones
224 visitas

Marcar como relato favorito

En un rincón del parque, ella observa con desdén las celebraciones del Día de la Mujer. No necesita un día para recordar su lucha; cada amanecer es un recordatorio de las batallas diarias. Su fuerza no se mide en flores ni aplausos, ni en felicitaciones ni reinvindicaciones sino en el silencio de su resistencia. Hoy, como siempre, elige ser la arquitecta de su propio destino, sin festividades ni reconocimientos. Su vida es su verdadero homenaje.


¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales

Denunciar relato

Comentarios

COMENTAR

(No se hará publico)
Seguridad:
Indica el resultado correcto

Por favor, se respetuoso con tus comentarios, no insultes ni agravies.

Buscador

ElevoPress - Servicio de mantenimiento WordPress Zapatos para bebés, niños y niñas con grandes descuentos

Síguenos en:

Facebook Twitter RSS feed