EL DIARIO COMPROMETEDOR
Por Eunoia
Enviado el 09/03/2025, clasificado en Intriga / suspense
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EL DIARIO COMPROMETEDOR
Sanders aceptó el trabajo.
La señora Fortescue le había expuesto con claridad el asunto. Su marido, recientemente hallado asesinado en su casa del sur de España, tenía un documento notarial de últimas voluntades del que ella no tenía conocimiento previo. El testamento dejaba la mitad de sus bienes a Freddy Fortescue, el hijo que tuvo Jeremy Fortescue en su anterior matrimonio con Samantha Collins, y la otra mitad a una mujer, para ella desconocida, Dorrie Landsline... A ella la dotaba de unos pocos bienes financieros y el usufructo de un pequeño apartamento en Humbert Fields.
La señora Fortescue aseguró que conocía los devaneos de su finado esposo, pero dudaba que la mujer hubiera cometido el asesinato, ya que si resultaba declarada culpable eso invalidaría el documento. En resumidas cuentas, la señora Fortescue, quien mantenía una tensa relación con Freddy Fortescue, quería que el detective le revelara los detalles del informe policial e investigara los movimientos de Freddy.
Los investigadores policiales, encargados del caso, habían concluido que Dorrie Landsline era en la fecha del asesinato, la noche del 28 de mayo de 2025, amante del empresario. Lo cual presentaba un turbio cuadro, y señalaba a Landsline como virtual sospechosa del crimen. Dorrie Landsline tenía motivo (el testamento) y oportunidad (su relación habitual con el empresario y amante) para cometer el asesinato. En el registro de su domicilio, un pequeño apartamento en el 342 de Logan's Road se halló una pistola Walther PPK de 9 mm. El posterior análisis de balística confirmó que el arma era la que se utilizó para cometer el crimen.
El informe estaba ahora siendo estudiado por los escrutadores ojos del detective.
Landsline negó haber asesinado a su amante Gerald Fortescue y tampoco conocía la existencia del testamento que hiciera Fortescue a principios de enero de 2025. De hecho, aseguró, sin proporcionar detalles, que su relación con su amante había ido decayendo desde meses antes del asesinato del empresario. Afirmaba que el arma hallada en su apartamento no era de su pertenencia, aunque sí la vio una vez en la casa de Fortescue, sino a otra, en el sur, en la cual habían tenido varios encuentros.
Sanders evaluó los elementos del caso. Efectivamente, Landsline podría haber estado interesada en la muerte del empresario de haber conocido los detalles del acta testamentaria, pero, eso chocaba con el hecho de que sus lazos con su amante estuvieran relajándose. Además, el hijo de Fortescue, heredaría la mitad de los bienes, salvo la pequeña parte de su madrastra. El interés de la esposa de Fortescue, por oscuro que fuera, se comprendía. Entre los dos tenía que haber habido una serie de fuertes episodios hasta generar el suficiente odio en Vanessa Fortescue... ¿Sabía algo la señora Fortescue que no le había revelado? ¿Freddy Fortescue..?, pensó en voz alta el investigador.
Inició sus pesquisas yendo al apartamento de Landsline. Los vecinos sabían que la mujer tenía habitualmente las visitas de un hombre mayor, cuya apariencia revelaba una posición socialmente elevada. En la floristería Bell Garnier la empleada le proporcionó un dato que no encajaba con todo lo que conocía Sanders. Heldie le comentó que recientemente, en varias ocasiones, un hombre joven de evidente buena posición había comprado flores y le había visto entrar en el apartamento de Landsline.
Jack Sanders visitó a Vanessa Fortescue. Ella le facilitó una fotografía de Freddy. El detective volvió a visitar a la regordeta florista. Efectivamente, el visitante del apartamento en el 342 de Logan's Road era Freddy Fortescue.
Regresó a la casa de la esposa del empresario y le informó del resultado de su investigación. La viuda Fortescue cabeceó levemente, se levantó de su sillón de piel y tomó una agenda de tapas grises que estaba en un cajón del aparador del salón. Se lo entregó a Sanders.
Era un diario; un diario de Freddy Fortescue. La mujer le explicó que lo había encontrado registrando la habitación de su hijastro. Encontrará páginas sumamente... interesantes, le dijo.
Sanders leyó en diagonal varias páginas. Las anotaciones muy detalladas explicaban su relación con Dorrie Landsline. Contenían intimidades sexuales minuciosamente descritas de sus encuentros con ella.
El investigador observó a la mujer con detenimiento. Pensó que la fuerza del odio era de un furor superior a la del amor.
Vanessa Fortescue volvió a sentarse con las piernas cruzadas, sonrió y le dijo que leyera la última página del diario de Freddy Fortescue.
En la página de fecha 12 de abril de 2025 del diario de Freddy Fortescue se podía leer:
«Me hubiera gustado que Dorrie fuera mi amante, poder acostarme con ella siempre que nos apeteciera, disfrutar de estos juegos e imaginar otros para descargar nuestra libido, tantos años como nuestros cuerpos resistieran, pero..., había un obstáculo insuperable para mis sueños de lujuria: Dorrie era la amante dorada de los millones de mi padre.»
Vanessa Fortescue levantó orgullosamente la cabeza y le encargó a Jack Sanders que hiciera entrega del diario al abogado de Dorrie Landsline como último encargo del trabajo, y le extendió un cheque por los honorarios... más un plus de 5.000 dólares.
Sanders se despidió de la esposa de Fortescue y salió a la calle. Las primeras gotas de un cielo encapotado y grisáceo dibujaron un cuadro impresionista en las limpias aceras del barrio rico donde vivían los Fortescue.
Cuando se sentó al volante del automóvil, el detective corrigió su pensamiento anterior: «El torrente del deseo y la fuerza del amor es la única potencia capaz de competir con la arrogancia del dinero o el odio.»
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En la sección Adultos, bajo el título Cuentos breves del manual de masturbación. Mi encuentro con Dorrie, se puede leer el antecedente de esta historia de Jack Sanders.
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