Judgazme

Se había dejado matar. Era irónico si te parabas a pensar. En el ejército se le conocía como Dakeir el sangriento. Y yo, una autentica máquina de matar sin sentimientos,  había dejado que un mocoso le matase. ¿No era de risa?

Querréis saber porque me he dejado asesinar si soy tan despiadado ¿verdad? Creas que sois jueces y me jugareis pero ¿Sabéis algo? Me da igual que penséis de mí. Os contaría que mi padre fue un borracho. Me pegaba desde pequeño. Me culpaba de la muerte de mi madre. Pensareis que por eso me volví tan insensible.

Pensareis que lo único que quería era amor. Si pensáis eso sois más tontos de lo que creía. Solo alguien débil deja que los demás influyan en su manera de ser. Y yo no soy débil. Yo soy fuerte, me da igual los demás, yo siempre seré el más fuerte. Al final solo se trata de morir o de matar.

Si os contara que mi familia era pobre y necesitábamos dinero, seguramente pensareis que es el motivo por el que me alisté. Pero en realidad me apunte porque me gusta matar. Simplemente, es lo que mejor se me da. También si mi teniente os dijera que cuando mato a alguien cierro los ojos pensareis que en realidad es porque no me gusta matar a nadie y que rezo por sus almas. Pero  claramente lo hago para disfrutar más el momento.

Circulan falsos rumores de que todas las noches miro la foto de mi esposa y mis hijos. Pero en realidad es mentira. Me da igual lo que estén haciendo. Solo espero que gasten bien el dinero. Pero por lo demás no me importaban lo más mínimo. No tengo ninguna foto de mi familia.

¿Soy despreciable verdad? Pero bueno. Tranquilos que estoy muerto, un mocoso me ha matado. No pude dispararle. Simplemente no pude. ¿Qué porque estoy llorando? Porque solo espero que mi padre este donde este se encuentre bien. ¿Qué qué es eso que está en el bolsillo de la chaqueta? Una foto de mi familia. Me aliste porque necesitábamos dinero. Y son lo más importante para mí. ¿Qué porque os he mentido? Quizás solo me estaba mintiendo a mí mismo. Para convencerme de que no tengo sentimientos. Para que si hiciese falta matase a quien fuese y así poder volver con mi familia. Pero no puedo, no puedo negar lo que soy. No he podido matar a aquel niño.

No sintáis pena por mí. Viví mi vida conforme lo que creía correcto. Y si me arrepiento de algo es de no volver a ver a mi familia. Solo os recomiendo que viváis realmente como sois. Porque en el fondo por mucho que os mintáis, nunca dejareis de ser quienes seos. Buenas personas.