Rapidito en la oficina
Por DivasSensuales2.2
Enviado el 11/04/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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Dos nuevos internos comenzaron sus pasantías en la oficina. Alba, una delgada rubia con anteojos y Lucas, un extrovertido de 1.80. La química fue inmediata, dos jóvenes atractivos llenos de sueños y energía que con el paso de los días no pudieron evitar tener un rapidito a la hora del descanso.
El teléfono de Alba vibró, era la notificación de un mensaje de Lucas. Estaban en la misma oficina con otras personas, intercambiaban gestos y miradas, usaban su teléfono para coquetear y esta vez el texto decía "es blanca". "¿De qué hablas?" Preguntó ella, "Tu ropa interior, puedo verla desde aquí" fue la respuesta.
Ella cerró las piernas rápidamente y se sonrojó. Vestía una minifalda y efectivamente, tangas color blanco. Él le dijo que no se preocupara, ya que solo se veía desde cierto ángulo y nadie más lo notaba. Alba, coqueta como ninguna, volvió a abrir sus piernas y Lucas, con más confianza, subió el tono de sus mensajes.
Llegó la hora del almuerzo, uno a uno fueron saliendo sus compañeros hacia el área del comedor, quedando ellos dos solos en la oficina. Lucas se paró de su escritorio y fue caminando hacia el de Alba, con una sonrisa de galán de telenovela, con su traje a la medida de su torso, con una mirada llena de lujuria.
Ella también se puso de pie, miró que no hubiese nadie cerca y se dieron un beso apasionado que tenían pendiente desde el primer día. Lucas aprovechó el momento, deslizó sus manos por debajo de la falda de Alba y ella no opuso resistencia, en realidad cada vez estaba más mojada. Cuando él llegó a sentir su humedad le dijo "Tenemos tiempo, ellos no regresarán en un rato". Alba respiró hondo, su corazón latía mil veces por minuto, miró nuevamente a su alrededor, quitó su tanga, subió su falda, puso sus manos sobre el escritorio y apuntó sus nalgas hacia Lucas diciendo: "Hazlo, pero tiene que ser rápido".
Lucas no dijo nada, bajó sus pantalones hasta sus rodillas, sacó su palpitante miembro de su bóxer y lo introdujo en la vagina de Alba. "Oh Dios" dijo ella para luego morder sus labios y no hacer ruido. Él empujaba lentamente cada centímetro de un bien proporcionado pene y ella solo podía abrir y cerrar sus ojos, hacer gestos y susurrar lo rico que se sentía.
"DURO" exclamó ella pidiendo más. Él aumentó la velocidad, frenando antes de chocar con sus nalgas, un movimiento excéntrico que enloqueció a Alba, su resbalosa vagina recibía un empujón tras otro. Lucas le abrió la blusa para descubrir unos perfectos senos con sus pezones duros, los cuales pellizcó gentilmente mientras seguía penetrándola.
Ella no tardó en llegar a un orgasmo, tuvo que cubrir su boca para no gritar. Él gruñía como una bestia, Alba se apartó, se arrodilló y agarró el miembro de su compañero. Era un grueso, venoso y largo tronco, con una cabeza resplandeciente y húmeda, sus manos lucían pequeñas ante semejante belleza. Mantuvieron contacto visual mientras ella lo introducía en su boca. Lo metió hasta dónde pudo y lo chupó con ganas mientras lo masturbaba al mismo tiempo para acelerar la llegada. La vagina de Alba palpitaba celosa mientras Lucas explotaba en su boca y rostro.
Rápidamente, se vistieron y corrieron a los baños a tratar de recuperar el aliento y alistarse para continuar la jornada. Hambrientos por no haber almorzado pero felices por la locura que acababan de cometer.
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