Código virgo parte veintiocho " revelación "

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Idumea año de 1779

La caminata por el extraño bosque era confuso hasta volverse aterrador a raíz de la incertidumbre al no saber a que se enfrentaban, el ambiente era muy agradable temperaturas que oscilaba entre los veinticinco a los veintisiete grados, los árboles de gran altura de troncos gruesos color rojo con pintas azules, azules con pintas amarillas y pequeños árboles de tronco muy delgado color amarillo con la copa color anaranjado, el suelo era muy suave casi como un piso que flotaba pero todos iban con los ojos y los oídos muy alertas de pronto un tripulante muy alterado sintió que uno de los pequeños arboles del agarro el brazo así que con su espada le corto en tronco dando un grito esto alertó a toda la compañía, de pronto todo el ambiente cambio a un silencio que penetraba los oídos Claude quien iba en la vanguardia se giró igual De Valcis y el conde Karper pero un sonido a espalda del pirata hizo que volteara y uno de los pequeños árboles se abalanzó saliendo de la copa unas saetas color púrpura con el tamaño de una daga los reflejos del moro fueron muy agudos al grado de poder esquivar el ataque y con su espada cortar la copa del árbol pero todos los pequeños arboles se abalanzaron con las saetas dando muerte a muchos los más ágiles con espada en mano cortaron las copas de los árboles, antes de recuperarse del ataque, los árboles más grandes se abalanzaron pero de forma más lenta la tripulación atacó a los árboles pero al enterrar las espadas los árboles estallaron lanzando una gran cantidad de una sustancia color marfil el cual al envolver a los hombres los derretida en cuestión de segundo, quedando solo el esqueleto que en el suelo se derretía lentamente, Claude Morey tomo por la espalda a De Valcis y a el conde Karper y los derribó a suelo pero al ver como toda la tripulación era desintegrada decidieron correr hacia el costado arrastrándose por el suelo cuando los árboles trataban de detenerlos, al salir del bosque, rodando por el suelo los tres se levantaron y corriendo escuchaban como los gritos de la tripulación que se terminaban de apagar, y mirando hacia el bosque comprendieron que toda la tripulación había sido exterminada. Pero antes de recuperar el aliento , el conde Karper mirando hacia su derecha pega un grito seco, cuatro de las bestias , las mismas que atacó a Claude, el temor era tan grande que los tres empezaron a retroceder, pero de pronto dos tripulantes, los únicos sobrevivientes aparecieron corriendo de la retaguardia se detuvieron unos metros más adelantes de Karper, De Valcis y Claude mirando hacia las espaldas de estos tres sin darse cuenta de la presencia de las bestias solo que caminaban hacia atrás , tanto Claude como Karper miraron lentamente hacia atrás y vieron a una mujer delgada, de dos metros de estatura, de tez blanca un poco grisácea, ojos grandes de forma de almendras, eran negros al punto de no tener retinas, completamente negros, su nariz era muy pequeña, su cabeza era de frente normal y mentón pequeño, de cabellos blancos con gris con una diadema en la cabeza de oro con piedras preciosas, llevaba puesta una túnica blanca amarrada a la cintura, con unas hombreras blancas muy grandes puntiagudas.

- Bienvenidos a Idumea soy Agatha sacerdotisa del gran templo dorado de aldebaran, deben estar muy cansados con el viaje, síganme para que recompongan fuerzas-

 

Concepción, sábado 19 de abril de 1997

 

 

En el despacho de Fernanda la tensión se hacia cada vez más pesada, Francisco quien paralizado ni sabía que palabras decir solo miraba fijamente a su jefa de pronto la economista sustrae una llave de su bolsillo con un llavero de New York y abre una de las gavetas se está saca una botella de Jack Daniels y le pasó unos vasos a Francisco

-estos idiotas te desafiaron a robar unas de mis botellas ¿eh? Siempre se lo hacen a los nuevos, bueno ahora sígueme, los dos se sentaron en el sofá

- bueno esto no es un Manhattan, pero es algo que se acerca- dijo Fernanda vertiendo el licor en los vasos que tenían los hielos y luego de una caja vertió jugo de naranjas.

- bueno no deberíamos de tomar licor en la empresa, pero ¡salud! Los dos empezaron a beber, pasados los minutos y pasado también el susto que Francisco experimentó, él más relajado solo escuchaba con gran agrado las anécdotas que Fernanda le contaba y solo se concentraba en la belleza del rostro de su jefa y cada vez que abría los ojos cuando remataba una experiencia o contaba un chiste, pero de pronto Fernanda lo miró fijamente.

- y dime Francisco ¿Qué buscas?

- ¿Perdón? No entiendo que me dices-

- seamos sinceros, no te creo que vengas de vacaciones y te establezcas en Chile a trabajar en una pequeña fundación, siendo que en Estados Unidos tienes muchas mejores oportunidades- Francisco quedo sin palabras cuidando que decir para salir de la pregunta.

- ¿ que tanto sabes sobre el código virgo? Fernanda quedo impresionada

- Pero ¿estas realmente interesado en el código virgo? Pero ¿ por qué?

- por que es un código que realmente puede cambiar el mundo-

- Jajaja, pero Francisco esto es solamente un código que aún no se ha podido comprender completamente-

-entonces ¿ por qué muchos hombres han perdido la vida por este código?

- ¿ muertos? Pero ¿ de dónde sacas eso?

- el caso del premio nacional de matemáticas Roberto Villalobos- Fernanda quedo petrificada se levantó del sillón y camino hacia el ventanal, Francisco tomando el vaso de ella se levantó y fue tras ella con la expectativa de acorralar a la rubia.

- Estoy preocupado, sabes Fernanda, tengo miedo de que el código virgo desate un caos a nivel global y aún peor que un grupo de hombres lo controlen y que sobre todo hallan más muertes- Fernanda tomo el vaso de las manos de Francisco.

- No debes buscar el código virgo, aléjate de él, por que lo que lo investigan terminan muertos- dijo Fernanda, Francisco miró los ojos de la economista.

- cuando tenía doce años encontré el dicho libro de Denis De Valcis y empecé a investigar el código y desde ese momento que mi vida esta en peligro, me trataron de secuestrar e incluso a los quince años secuestraron a un amigo y les entregué el libro-

- o sea ¿hay alguien más que tiene acceso al código virgo?

- Pero no llegará tan lejos ya que arranque algunas hojas con información fundamental, solo se darán vueltas en el libro y no descubrirán nada, el hecho que sé que estoy en peligro y pronto pueda que termine muerta, por eso solo deja de lado el código virgo y vuelve a Estados Unidos-

- Como si fuera fácil, tengo motivos para quedarme en Chile y sobre todo en esta Ciudad-

- realmente estás loco- Francisco al escuchar estas palabras tomo el mentón de Fernanda y la beso, a pesar de la oposición, ella termino aceptando el beso.

 

 

 


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