COMO RAMA ENAMORADA
Aun deshojadas vuestras ramas, dais vida a las soledades con que se levantan nuestras mañanas. Saludáis con vuestros brazos firmes el giro copernicano de la luz renacida. Las nubes observan vuestra serena permanencia, gigantes dormidos, que esperáis nuestra presencia sin dar muestras de impaciencia. La intrincada realidad de vuestros dedos va sintiendo la savia nueva que despierta vuestros sensibles nervios, y se generan los capullos, hoy invisibles, pero en ciernes, que poblarán las fieles copas de nuestros sueños compartidos.
Quisiera yo ser madera vuestra, inmóvil, fiel, que con paciente ternura expectante fuese guardián silencioso de la aurora diaria de sus pasos. Suspirar quisiera y exhalar el calor desde mis raíces hasta mi tronco esperanzado, tal vez tosco, quizás embelesado, cuando sus pasos, esas, sus miradas asombradas, descubrieran mi presencia y reposarán un instante en sus labios los saludos antes de besar el aire hacia mis ramas.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales