SABROSA SORPRESA SEXUAL CON MELISSA

SABROSA SORPRESA SEXUAL CON MELISSA

Sentado y confundido estoy luego de la tremenda culeada que le propine a Doña Melissa. Todavía no sé cómo se dio la cosa, pero lo cierto es que jamás imaginé lo puta que puede llegar a ser la mujer que piensas que es una santa.

Si, soy de los que piensan que todas las mujeres son castas y puras. Me educaron para no pensar mal de ellas y a nunca faltarles al respeto. Crecí con la estúpida y equivocada idea que a ellas el sexo no les apetece, es más, no les gusta; a diferencia de nosotros los hombres que vivimos deseando coger.

Para mi sorpresa, ya casi a los sesenta años he descubierto que casi todas las mujeres viven deseando que de vez en cuando les falten al respeto y ser culeadas como Dios manda. Todas desean ser objeto de un buen polvo y alcanzar el gran orgasmo, lograr disfrutar del éxtasis sexual en cada revolcón. El placer sexual es tan, o talvez más, deseado por ellas como lo fantaseamos los hombres. (Había sido y yo no lo sabía).

Y es así que, hoy no quepo en mi por la tremenda sorpresa y gozo de haberme cogido a la mujer que hace tiempo deseaba saborear. Años fantaseando con Melissa. Me heche innumerables pajas imaginando que me la cogía en las formas más perversas que se puede uno imaginar. Para mi sorpresa, ayer, luego de la sabrosa cogida que nos dimos, exhaustos ambos, nos recostamos en el suelo a fumar y mientras nos recuperábamos del fabuloso momento, me susurro al oído: "Hace años fantaseo con este momento".