Denunciar relato
—Maestro, ¿qué sentido tiene la vida? —preguntó el joven aprendiz.
—¿La tuya, la mía o la de todos? —respondió el Maestro.
—La de todos, la humanidad entera —exclamó el joven.
El anciano meditó y afirmó:
—El sentido depende de la creencia. Si alguien confía en que su existencia continúa, su vida adquiere propósito. Pero si piensa que todo es un accidente sin más, entonces la vida es solo un instante fugaz.
El aprendiz reflexionó en silencio.
—Al final —concluyó el Maestro—, cada cuál decide si su vida tiene sentido o es una simple casualidad en el tiempo.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales