De la lucha tediosa con el papel y su final
Por Alejandro Salvatierra
Enviado el 16/08/2013, clasificado en Reflexiones
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Recuerdo que de pequeño odiaba tener que leer, pues intentaba concentrarme en una línea y veía las tediosas enciclopedias de profesores dedicados a su trabajo, con voluntad de botellón.
Perdí el tacto con el libro completo... Convirtiéndome en un "picaflor": Leía un capítulo de un libro, otro de otro... todo ello alternado con relatos cortos y artículos de opinión. Aunque siempre miraba con lupa cuántas páginas quedaban para acabar, mientras era preso de una presión que insultaba mi pecho cada minuto que pasaba.
Creo que el único culpable de este hecho, no fui nadie más que yo mismo. Por haber abusado del tiempo en asuntos que no merecían tanta dedicación como el enriquecer el saber.
Y es que, al llegar al infierno... me di cuenta de que estaba bien... No tenía ni trastornos de lectura o alguno semejante...
Sólo el de demacrar el pensamiento en beneficio de descansar eternamente, leyendo "best sellers", sin tiempo que me amenace...
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