A Sandra le gusta violento - Parte 3
Por PaoloChileno
Enviado el 15/04/2025, clasificado en Adultos / eróticos
920 visitas
-“Chupa mierda” le dije mientras con mi mano en su cuello la tiraba hacía abajo se agacho, en cuclillas, y comencé a meter mi verga en su boca, cada vez más profundo, que su nuca quedo pegada a la puerta, y ahí sin rango de movimiento, empecé a follarle la boca…se atragantaba, se ahogaba, botaba saliva por los costados y le comenzaron a llorar los ojos…mi verga estaba más dura que nunca y no le daba descanso su boca y garganta…le saque la verga de la boca, y agarré su cabello, y comencé a caminar, tirando su pelo como si de una correa de perro se tratara, ella como podía, a cuatro patas, como la perra que es, me intentaba seguir el paso. Llegué al borde de la cama, me senté sin soltar su pelo dirigiéndola para que siguiera chupando. Esta vez la dejé hacer su trabajo, mientras yo la escupía y cacheteaba cada tanto, hasta que agarré su nuca y le forcé una garganta profunda riquísima, mientras se atragantaba y babeaba. La solté, y tirando su pelo la hice mirarme
Yo: Ahora si serás una buena puta? – dije mientras le daba una cachetada más fuerte de las que le daba normalmente.
Sandra: aja – dijo moviendo la cabeza afirmativamente mientras se limpiaba mi saliva de su ojo.
Yo: Serás mi juguete sexual?
Sandra: Si, eso quiero.
Yo: Ahora desnúdate y espérame en la ducha con el agua tibia, si me quemo, te rompo el culo
Sandra: Lo que usted quiera.
La solté y se levantó, comenzó a desnudarse mientras yo me dirigí a la sala a tomar agua. Me desnudé y fui a la ducha…abrí la cortina, y la vi…hermosa como siempre, esas tetas enormes esperando ser castigadas, me miro con su cara de “quiero más por favor” con la pintura de los ojos corrida por estar llorando de las atragantadas que le pegué. Entré a la ducha, la abracé y comencé a besarla mientas con mis manos recorría su cuerpo, apretaba fuerte sus senos, y masajeaba sus nalgas…la hice agacharse a chupármela. Se puso de rodillas esta vez, así que mi vista era de su nuca moviéndose, su espalda y su culo. Comencé a forzar su cabeza para que se atragantara con mi verga mientras fui nalgueándola, cada vez más fuerte, y más fuerte, hasta que en algún momento la nalgada fue tan fuerte en su ya irritada nalga, que se sacó el pene de la boca para dar un aullido de dolor…eso me calentó, escucharla sufrir fue gasolina en mi interior, sabiendo que, eso era lo que ella quería ya lo estaba consiguiendo. A ratos le tiraba el pelo para que me mirara y le escupía y cacheteaba muy fuerte. Yo sé que, en ese momento, ella estaba esperando los combos. Pero aun así de caliente como estaba, no pude darle en la cara. La volví a atragantar con mi verga y empecé a darle combos en el costado del cuerpo, en la cintura y en el costado de los pechos y el estómago. Alternaba los combos en el costado con las nalgadas fuertes en el culo, y sus gritos de dolor, se empezaron a mezclar con placer. Mis combos cada vez eran más fuertes y con cada combo la sentía estremecerse en orgasmos. La zorra estaba disfrutando el maltrato.
Cuando vi que su culo y cuerpo estaban muy rojos, incluso una de sus nalgas ya morada, salí de la ducha, le dije que se pusiera de rodillas, me la chupo un poco, y le di lo que quería, una cachetadota como nunca había dado una antes, que la mandó al piso. La agarré del pelo y empecé a arrastrarla hasta la pieza. Intentaba como podía levantarse, pero entre mis tirones y lo mojado del suelo, resbalaba, y patas arriba como cucaracha iba arrastrándose mientras yo tiraba su pelo y ella chillaba del dolor. Al llegar a la pieza (fueron unos 5 metros lo que la arrastre), le di un último y fuerte jalón el pelo, lo que hizo que se golpeará con la cama. “Así te gusta, cierto perra?” le grité y comencé a patearla. En las piernas, en las tetas, en la guata, le di una fuerte patada en el culo, que yo creo que la sintió hasta en la zorra. Ella chillaba de dolor, pero ya no gritaba, ahora gemía la muy perra. La volví a tirar del pelo, para arrastrarla y de un fuerte tirón azotarla contra un mueble, ahí le di unas patadas más, mientras la escupía e insultaba.
La hice levantarse, y tomada del pelo, le indiqué que se pusiera en la cama con la cabeza colgando y comencé a follarle la boca sin piedad mientras le cacheteaba las tetas hasta dejarlas rojas. Luego, mientras seguía follando su boca, le empecé a masajear suavemente el clítoris, sacándole un rico orgasmo, uno más de los cuantos que ya había tenido. Y cuando abrió totalmente las piernas, entregada a mis caricias en el clítoris, le cachetie fuertemente la zorra, sacándole un grito exquisito. Me subí encima, la penetré y empecé a follármela fuertemente. No duré ni un minuto y me vine abundantemente en el fondo de su zorra. Fue la primera y única vez que le acabé dentro.
Me levanto y la miro…la cara y tetas rojas de las cachetadas, los ojos llorosos del facefuck, su zorra escurriendo mi semen. La tomé de un brazo y la giré para terminar de ver como la había dejado. Una nalga roja, una morada, los costados de la espalda rojos de los combos, y ella, una cara de felicidad, satisfacción y placer. Una obra de arte verla así.
En cuanto paso la calentura, mi primer instinto fue preguntar si estaba bien, había sido muy brutal lo recién sucedido, al menos para mí.
Yo: ¿Estás bien?
Sandra: Si, estuvo increíble, fue riquísimo.
Yo: Segura? Era lo que querías? No se me pasó la mano?
Sandra: Tranquilo, estoy bien, estuvo rico. Pero la próxima vez quiero algún combo en la cara, y por favor, no te contengas, patéame más fuerte.
PD: Este es un relato real, de mis experiencias. Tengo muchas más que quisiera contar, y que conforme me vaya dando el tiempo, iré relatando.
Cualquier consulta, tema que quieran que aborde (créanme que tengo historias para todo tipo de gustos), favor dejármelo en comentarios.
Gracias por leer.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales