LA FANTASÍA DE QUE NOS MIREN
Por DivasSensuales2.2
Enviado el 21/04/2025, clasificado en Adultos / eróticos
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Somos un grupo de amigos, tres mujeres y tres hombres. Nos conocimos en la universidad, pero luego de graduarnos cada quien tomó un destino diferente. No habíamos podido estar juntos los 6 en mucho tiempo así que se nos ocurrió planear un reencuentro. Acordamos una noche con anticipación, nadie podía hacer otros planes ni llevar a nadie más, seríamos los 6 como en los viejos tiempos.
Los tres hombres, Héctor, Alex y yo, somos los tipos más normales y tranquilos del mundo, tal vez por eso las chicas siempre tuvieron confianza con nosotros, ellas si son distintas y hacen que el grupo funcione. Esther, bajita pero imponente, era la líder, hacíamos lo que ella pensara, inteligente, precavida y con buenas ideas. Amy, una fiestera, conocedora de las mejores discotecas, restaurantes y bares de la ciudad. Luna, una hermosa chica alternativa, rocker, risueña y con el mejor sentido del humor. Luna siempre fue mi crush, incluso una vez nos besamos a escondidas, pero no ocurrió más nada. Poder volver a verla me tenía emocionado.
Nos encontramos en el apartamento de Amy. Duramos horas poniéndonos al día con los chismes, riendo, comiendo y bebiendo. Al pasar la media noche Esther propuso un juego de Verdad o Reto, a pesar de tantos años conociéndonos y tener ciertas historias entre nosotros nunca habíamos jugado algo así, pero todos aceptamos. Nos sentamos en círculo en el piso, Alex levantó la voz y dijo “Nada de preguntas tontas ni retos infantiles, juguemos como adultos y lo que pase aquí se queda aquí”, todos estiramos nuestras manos al centro del círculo en señal de estar de acuerdo y comenzamos.
Al principio todos elegimos “Verdad”, nos enteramos de distintas cosas, como que Héctor y Esther solían ir a moteles los fines de semana, que Amy se había acostado con un profesor, yo tuve que confesar que Luna siempre me había gustado y la situación fue calentándose. Comenzaron los retos, Esther mostró sus tetas, Luna nos enseñó nudes que tenía en su teléfono, Amy se dejó tocar las nalgas por todos, Héctor, que suele entrenar, tuvo que quitar su camisa y mostrar sus músculos, Alex mostró videos haciéndolo con su novia y a mí, que estaba nervioso, me pidieron que les mostrara mi pene.
Al haber sucedido esas cosas a mi alrededor por supuesto que estaba duro como una roca y no tuve problemas en cumplir, admito que fue emocionante sentir todas esas miradas sobre mí. Luego todo se salió de control, hubo mamadas, dedeadas, vestirse y continuar. Cuando fue turno de Luna eligió verdad, era también mi turno de preguntar y no sabía que decir, se me ocurrió la típica ¿Cuál es tu fantasía sexual? Ella contestó “Hacerlo frente a otras personas”. Aproveché para hacerle la indecente propuesta:
Yo: Si tú quieres podemos hacerla realidad aquí mismo.
Ella: No te atreves.
Yo: Me lo saqué frente a todos, tú eres la que tiene que probar algo.
Ella: Lo que quiero probar es tu verga.
Todos quedaron boquiabiertos con su respuesta. Amy se puso de pie y dijo “Muchachos vamos a hacerle realidad su fantasía, les presto mi sofá para que hagan sus cositas y nosotros los miramos desde acá atrás”. Me senté en el sofá y antes de poder parpadear Luna ya estaba en mis piernas.
Nos comenzamos a besar, fui directo a su cuello mientras ella buscaba en mis pantalones. Subió su falda y se meneaba sobre mí. Las prendas de ropa iban cayendo y nuestros amigos nos aupaban como si de un deporte se tratara.
Al estar completamente desnudos, la contemplé, su cuerpo desnudo era justo como lo había imaginado las veces que me masturbé pensando en ella. Se arrodilló y metió mi pene su boca. Ella sabía que estaba dando un show. “Vamos amiga así se hace” gritaban las muchachas. Luna siguió chupando como una experta, masajeando mis bolas, escupiendo la punta de mi verga y metiéndola hasta su garganta. Por momentos se detenía a respirar, me miraba y volvía a chupar.
Pensé que si seguía chupando me iba a hacer acabar, así que tomé su mano, la levanté del piso y la lancé al sofá. Ella misma se puso de perrito, alzó su cola y dirigió su mirada hacia donde estaban nuestros amigos. Introduje mi pene lentamente y ella soltó un suspiro. Comencé a trabajar con más furia, bombeando, dándolo todo. Ella gemía y se escuchaba “Qué rico”, “Así así”, “Wow”, no solo de ella sino también de nuestras espectadoras. Luna dio un paso más en su fantasía y les pidió que hablaran, que se dirigieran a ella como la puta que era. Todos comenzaron a decirle “Eres una zorra”, “Mira que bien lo haces”, “Se nota que lo estás disfrutando”, “Eres la más puta”. Ella solo decía SI, SI, SI. Comenzó a sudar más, a temblar, cerró los ojos y gimió en éxtasis al haber llegado al orgasmo.
Yo también estaba a punto de llegar. “Quiero ver tu rostro mientras acabas” dijo Luna, se volteó y abrió sus piernas. Seguí empujando mi pene dentro de ella, estaba más húmeda que nunca. Podía ver sus tetas moverse al ritmo de mi empuje. Estaba extasiado, también me excitaba ser observado. Ella no paraba de gemir, apretaba mi pene con su vagina, me miraba con deseo. “Adentro, dámela adentro” repetía insistente. Cumplí su deseo, mientras veía su rostro sudado, babeando, balbuceando, me vine dentro de ella. Luna me miraba a los ojos sin parpadear, sintiendo los chorros de semen que salían de mi palpitante miembro.
Esther tomó a Alex por un brazo y lo llevó a una habitación. Héctor y Amy ya estaban desnudándose camino al baño. Luna y yo nos quedamos en la sala besándonos y escuchando los gemidos de los demás. En ese momento me dijo una frase con la que comenzamos oficialmente nuestra relación: “No sé cuál sea mi próxima fantasía, lo que sé es que quiero cumplirla contigo”.
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