LA VIEJA MONEDA

LA VIEJA MONEDA

(Fábula sin moraleja)

Ella tiró la moneda al suelo con desprecio; era una moneda oxidada y deslucida; le desagradaba su áspero tacto en la piel.

La otra mujer que pasaba por su lado la recogió la moneda y vio que a pesar de su estado, tenia un fondo hermoso debajo de sus capas de mugre y la guardó como tesoro que era, sin reparar en su valor de cambio.

Al limpiar los rastros de las tempestades pasadas y dejarla casi nueva y reluciente, su antigua dueña la reclamaba como suya. "No te la devuelvo", dijo la otra. No has sabido apreciar su auténtico valor cuando la tenías. Ya no es la misma moneda que lanzaste al suelo con desprecio; es otra, y ya es mía.