Nuestro amigo tenía la edad esa en que las hormonas están disparadas y sólo se piensa en una cosa, bueno o dos.
Iba en el autobús sentado junto a la ventana pero lo que le interesaba estaba a 15 cmts. a la derecha. Era una joven con un minishort tan mini que rebosaba. El intentaba disimular la mirada lo que le ocasionó una visita al oculista de tanto mirar de reojo y forzar el nervio óptico, pero se salía con la suya que es lo que quería. Pensaba a ver si saca el móvil o lo que sea, se distrae y no tengo que forzar tanto la vista, además ganaré en calidad de perspectiva.
Estaba contento porque se aproximaba su parada y tenía ganas de tomarse un colacao calentito, porque era invierno. Cuando llegue, con el asunto que tengo entre manos sólo hará falta añadir las dos cucharas de cacao, lo demás ya lo tengo......se decía.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales