Yo miro el techo de teja y el foco guindado ilumina mi cuarto. Del otro lado de la pared encalada mi tía Ester ronca y ronca... y yo gimo quedito y acaricio la calva de tío Benito que chupa mis tetas con deleite y me coge ansioso, pausado, pero bien vigoroso... Su longaniza me llena toda, y su olor a mugre y sudor me marea. Llegó tarde del cerro, de su huerta de café, y sin bañarse llegó a mi... Desperté y lo tenía encima y su verga tiesa abriendo mis puertas... El nunca me ha aceptado un no... Y yo soy dichosa entre sus garras. Yo huérfana desde niña y mis tíos me recogieron. Tío Benito era hermano de mi padre... y me hizo suya a mis doce, exactos. Ya 4 años visitando mi cama cada noche y mi tía nunca se ha dado cuenta. El consigue un polvo para dormir y yo se lo agrego a la tía Ester en su cafecito... que amablemente le sirvo de la olla en el fogón en su taza favorita...
Tío Benito se ha dormido ya... Y yo me levanto de la cama... y voy al baño... Apago mi foco, que él encendió... siempre le gusta cogerme con la luz prendida. Pero yo gusto de la oscuridad... y en penumbra camino descalza al baño, al patio... y el Duque mueve su cola y me sigue. Orino abundante en la fría taza... y pienso en Daniel, mi novio... Tío Benito sabe que es mi novio. Pero solamente por la tía Ester no me dice nada... al menos en público. Pero ya en mi cama dice que soy suya nada más... y ya me ordenó terminar con el chico... Y lo haré... Suspiro... y me limpio la vulva...
Regreso a su lado...Tío Benito ronca ya, igual que mi tía en su cuarto... Me acuesto. Cierro mis ojos...
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales