¿De dónde han salido esos vientos helados que barren las calles de improviso?.
Tiemblo y a mi alrededor veo a otras retinas sorprendidas que , con el paso cambiado entre recuerdos de sol y arena y lejanas olas rompiendo contra la orilla , se encogen como yo ante el despiadado latigazo.
La noche cae traicionera y ya muchos escapan a los portales tápandose los brazos desnudos.
Corren a refugiarse bajo las sábanas para poder seguir soñando con el verano que se fue.
Al día siguiente el sol se vuelve a levantar, esta vez pálido y sin fuerza. Llueven hojas doradas entre autobuses y coches que avanzan lentos y con desgana al ritmo de una ciudad dormida. Pequeñas conversaciones como destellos de vida , asoman entre los cáfes y los croissants.
Y en medio de las caras somnolientas, aún hay algunas que siguen perdidas en medio de un mar azul esmeralda ,buscando velas blancas en el horizonte..
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