Denunciar relato
Me duele un poco la tierra
se me escapan las palabras
se secan mis jardines
se agota la savia
se agita la marea.
Ya veo la soga
donde cuelga el tedio
para aminorar la esperanza.
Solitaria en el juego del destierro,
en la percepción de lo absoluto y de lo poco,
construyo barcos que cruzan
la desolación y el umbral del alma.
El fantasma del tiempo
insiste en su permanencia
y en el retorno del llameante infierno.
Mis raíces se multiplican
y se adhieren a la tierra
hurtaré un espacio para la resurrección,
si nome aferro, me iré como una pluma
sin destino y fin.
Tomado de: dejaciones
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