1.
¿Por qué nadie escucha los discursos del rey ni de los políticos? La razón es sencilla: todo el mundo es sordo de su oreja derecha. Ya habréis adivinado, si sois inteligentes, de que se trata de una enfermedad provocada por los discursos de Mariano Rajoy.
2.
Ken Haafnherr:
Soy alemán. Puro y orgánico. Con una mente virgen, excepcional e inteligente. Albino de piel y pelo, pero solo lo sé yo. Ya sabrán porqué. Los politólogos me contratan para causar el mal de hipoacusia. Mariano, el gallego que no habla gallego, me pidió mis servicios y a partir de entonces os puedo asegurar que cuando conectáis la televisión y le escucháis no es él, sino yo. Soy convincente y seductor. Lo más probable es que lo neguéis, pero os puedo asegurar que el ilustrísimo presidente me vendió el alma. El precio de mi trabajo.
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