locura divagante

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El solo espero la inmensa espera de que ella se prepare, para luego verla esplendida, tan perfecta. Estaba a la mitad de la escalera, el se acerco mas a ella, le sostuvo la mano y tiro de ella. La esplendida mujer de cabellera morena, tacones altos y vestido rojo, dio vueltas escalera abajo golpeándose con cada escalón que se cruzara, hasta que llego al suelo y su cabeza exploto en el. Pero ella seguía estando esplendida aun cuando su sangre se confundía con la alfombra de color verde, si su sangre era verde. Su tan perfecta perfección no podía ser de este planeta. La vio se horrorizo y se alegro al verla muerta.

Le sonrió, le sostuvo la mano para ayudar, que su bajada no se torpease con sus tacones. La vio y la volvió a delirar que rebotaba en los escalones, con su sangre verde furioso  salpicando cada esquina de la escalera.

Salieron del hogar de ella, el cordialmente abrió el auto. El comenzó su recorrido por la carretera, la lluvia era intensa y duradera. La curva cerrada. El miro a su acompañante y se dejo caer por el abismal acantilado que lo seducía a la locura. No especulo con su vida  no le importaba lo único que quería era terminar con la de ella  o ese ser que no debía continuar con vida. El agua comenzó a llenar el coche con ellos dos a dentro y así también sus pulmones.

Cuando sus ojos pudieron recobrar sentido, el aun estaba conduciendo pero solo. La curva se cerró más de lo que pensaba y la lluvia torrencial hizo resbalar las gomas del coche. Cayo.  Sonrió a su acompañante que nuevamente aparecía. Su auto no se convirtió en nave espacial como suponía solo era un auto. 


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