Aquel día en la tienda de animales estaba empezando a ser un dia como otro cualquiera, pero un pequeño acto lo cambio todo.
La tienda estaba llena de clientes buscando comida para animales o comprando peces de colores. Estaba a punto de cerrar cuando de repente entró un hombre trajeado con una caja de zapatos agujereada.
- ¿Me puede ayudar? dijo el hombre entre sollozos.
Abrí la caja con curiosidad y pude ver que era un periquito de colores respirando arrítmicamente.
- Claro que puedo ayudarle le dije. Si me da su teléfono estaremos en contacto sobre su estado y al instante, el hombre me dio su móvil, yo le di el mío y se fue.
Pero al bajar la cabeza para ver al periquito, ya se había muerto. Pero no iba a quitarle la ilusión al pobre hombre y le hice el clásico cambiazo. Busqué otro periquito muy parecido y lo encerré en una jaula pequeña.
Al cabo de cuatro días, el hombre trajeado me llamó para saber cómo se recuperaba el pájaro. Le dije que se recuperaba bastante bien.
Diez días después, el hombre llegó a la tienda bastante impaciente. Cuando saqué la jaula y vio lo animado que estaba, parecía un niño en Navidad, con una cara de alegría que no se le iba ni para atrás. Me dio un abrazo, me dio la gracias y le dije que no hacía falta pagarme.
Dos semanas después, vino una cartera con un paquete para mí. Era del hombre trajeado. En el paquete había una nota y 3.000 . La carta decía lo siguiente:
Muchas gracias por lo que hizo. La razón por la que le digo esto es porque el periquito es mi mejor amigo. Soy un hombre de negocios bastante ocupado y en mi piso el único que me hace compañía y me anima cuando vengo cansado del trabajo. Como le dije anteriormente, muchas gracias. Tome el dinero por las molestias
BASADA EN UNA HISTORIA REAL
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