Denunciar relato
Que bueno es permanecer presos de los embrujos, sortilegios y maravillas del caribe, dejarnos visitar por la genialidad de un escultor que bordea el universo de principio a fin. Cerrar los ojos tendidos sobre la hamaca, la arena o en la estera, recibiendo un poco de todo a cambio de sueños.
¿Quién puede pasar por este mundo de imperceptibles giros, sin caer en las redes de la intrépida geografía que se levanta frente a nuestros ojos? Por un momento vale la pena sentir aquello efímero o duradero que nos conmueve; cabos, túneles, alpes, polos, cordilleras, montañas, ríos, ciénagas, rocas y demás seres que pasan cosquilleando nuestra basta existencia.
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