Será mejor olvidar(te).

Se despertó y no recordó nada. Otra vez la misma historia de siempre. Desde el accidente, Laura no era capaz de recordar qué había soñado, o lo que era peor, no conseguía fijar ningún recuerdo de su vida dentro de su cabeza. No recordaba ni qué día era, ni dónde estaba cuando despertaba. Tampoco su nombre o su edad, su dirección, o quiénes eran sus amigos. 

Decidió levantarse de la cama, su cama, aquella que no recordaba y que tanto odiaba cada mañana. Se dirigió a la puerta, y allí vio un cartel: "Buenos días Laura, soy tu madre y me llamo Diana. Vives en Londres, tienes dieciséis años, vas al insituto West Hill y adoras bailar. Tienes el desayuno encima de la mesa de la cocina, primera puerta a la derecha. Debes coger el autobús número cinco y bajarte en la tercera parada. Papá irá a buscarte. Es un hombre alto, con traje y maletín de abogado. Te quiero cariño." Laura supuso que éso era muy extraño, pero supuso que ya habría leído esa nota mil veces más, aunque no fuera capaz de recordarlo. Por eso, hizo caso a lo que decía. 

Desayunó tan rápido como pudo, y al salir de casa, encontró un paquete en la puerta. Era una pequeña caja forrada con un bonito y brillante papel azul. Tenía un lazo verde encima, y una tarjeta atada a él en el que podía verse claramente una tarjeta que decía "para Laura". Laura era ella, ¿no? Claro, claro que sí. Lo cogió, y decidió meterlo en casa para poder ver con calma qué era aquel misterioso regalo. 

Al abrirlo, pudo descubrir un álbum de fotos. En la portada había una foto suya con un chico bastante guapo, y al márgen había escrita una fecha: "28 de agosto de 2012". Lo abrió y vio más fotos suyas junto a aquel apuesto jóven. Pudo comprobar que todas y cada una de ellas estaban numeradas. 1, 2, 3... 34, 35, 36... 102... Y así hasta llegar a 364. Después de verlas todas, descubrió una pequeña nota: "Buenos días cariño, soy David, tu novio. Hoy hace justo un año que pude descubir la persona tan maravillosa que eres. Sé que mañana no recordarás esto, pero puedo asegurarte que estaré ahí para recordarte cuánto te quiero de nuevo con una de estas fotos. Que tengas un buen día preciosa. P.D: Por favor, deja esta caja tal y como la encontraste a la puerta de tu casa, recuerda que este proyecto debe continuar. Te quiero."

Y fue entonces cuando Laura pensó, recordó, o quién sabe cuál fue el sentimiento exacto, que habrá muchas que pueden ser olvidadas, pero que un gran amor, un sentimiento fuerte e intenso, puede permanecer dentro de todos y cada uno de nosotros tanto tiempo como queramos, tanto como estemos dispuestos a sufrir y tanto como queramos que duela.