DEL SER HUMANO Y DEL PRÓJIMO

                                     DEL SER HUMANO Y DEL PRÓJIMO

Son los extremos de por sí en algunas ocasiones algo excesivo. Cómo ocurre entre los fanáticos, los sectarios, los psicópatas, etc. Ya que estos casos son ejemplo de una clara desproporción de lo que deberían ser las cosas. Y surgen al ser incapaces de ver con objetividad las cosas, cómo una merma cognitiva. Se caracterizan por la falta de empatía (ponerse en el lugar de la otra persona), no se arrepienten de nada, es decir, lo que hacen lo volverían a hacer, son pocos resistentes a la frustración, pueden llegar a resultar sádicos. Sus conductas tan poco racionales están guiados por instintos a lo que para ellos representa una amenaza, bien parecidos a “seres rupestres”, pues es en el hombre primitivo cuando estas conductas tan incívicas se producen y en las que predomina la violencia y el imponerse por medio de ella y tener una necesidad imperiosa de imponerse. Cuando la evolución del hombre y de la humanidad ha ido dando cabida, cada vez más, a una tolerancia y entendimiento, (han ido desapareciendo estos rasgos atávicos), del ser humano y del prójimo. Teniendo cada vez mayor cabida las diferencias o los diferentes o sencillamente los demás, en la medida que más evolucionada esta la sociedad o quienes la habitan. Y es que estos “seres ancestrales” suponen un peligro para el prójimo cuando alguien resulta su víctimas, a las cuales tienen cosificadas (cómo si fueran cosas), no teniendo para ellos ningún valor sus vidas. A las cuales las pueden hacer peligrar hasta la misma vida. La cual (la víctima) se ve obligada, cuando no, ante su “agresor” o “agresores” ha desarrollar la resiliencia (capacidad de una persona o grupo de recuperarse ante la adversidad o un trauma) para poder sobrevivir cuando se ve atenazado por este motivo. Por lo que uno cree que se deberían reconducir estas conductas tan antisociales y dañinas del que salen seriamente perjudicadas sus víctimas, unas víctimas inocentes. Y por supuesto se debería erradicar este tipo de tropelías y abusos sobre personas a las que nada de esto debería de ocurrirles o padecer. Y que cómo es lógico tan poco entienden del ser humano y del prójimo.