Me desperté antes de que sonara el despertador, llevaba varios dias anticipandome y lo aborrecia porque me gusta dormir, me gusta vivir en mi propia realidad donde se que si soy feliz y el despertar supone una vuelta a la monótona realidad. Como todos los dias me duche, peine minuciosamente ya que mi pelo es complicado, me lave los dientes, me vestí y baje a desayunar.
Una vez llegue vi a todos mis amigos, que en cierto modo era lo único agradable que tenia el volver. Todos seguían igual pero se les notaba diferentes, más maduros. Me preguntaba si yo también habria madurado. Cuando los miraba me di cuenta que los habia echado de menos y eso me hizo sentir débil.
-Hey Aria, ¿Qué tal tu verano?- me preguntó mi amigo David- Desde que empezarón las vacaciones no se ha sabido nada de ti, no has aparecido por facebook ni contestabas nuestros whatsapps.
-Ya, lo siento. Se me rompio el móvil- mentí, lo cierto esque no queria ser encontrada- y nos fuimos de vacaciones fuera y no pude ponerme en contacto.
-Bueno, no pasa nada. Espero que hayas disfrutado, se te ha hechado de menos, Aria.
Eso me sorprendió y alegro, no pude evitar abrazarle. Un cálido abrazo de amigos que extrañamente encontré muy placentero asique rapidamente me separe y me fuí a hablar con mis amigas.
Al terminar el dia volví para casa y en el trayecto me sentí observada pero pense que seguiría intranquila e insegura por lo que supuestamente pasó. Estaba girando una calle que daba al final de otra donde estaba mi casa cuando ví un coche negro, un opel vectra negro apargado en el parque de al lado de mi casa, pensé ' que raro, este coche no lo habia visto antes' pero no le di demasiada importancia hasta que mediante iba acercandome pude ver como el que estaba dentro sostenía un cigarrillo en la mano. Eso me hizo recordar la noche anterior y presa del pánico heche a correr hacia mi casa y proteger a mi hermana.
Llegue, sudando y casi sin aliento, fuí a ver si Elissa se encontraba bien, necesitaba verla y no me calme hasta que entre en la pequeña habitación de los juguetes y la vi, ahí sentada con sus muñecas. Me quede toda la tarde jugando con ella a pesar de que odio con todas mis fuerzas las barbies y los juegos tontos de niñas.
Cuando vinieron mis padres pude descansar un poco de la fatigante tarde de barbies y kens.
Subi a mi cuarto , cogi el movil y vi que tenía unos cuantos whatsapps de David. ' ¿Que querra este ahora?'
Hey Aria, que tal tu dia??
Normal, como todos. Y el tuyo?
Pues como tu has dicho, como todos. Queria hablar contigo.
Y asi durante horas, conversaciones sin sentido que no llevaban a ninguna parte pero que entretenian. David era un chico muy amable, atento y cariñoso. Era un buen amigo.
Bueno, David te dejo que voy a dormir.
Oh bien bien, buenas noches Aria. Mañana nos vemos.
Baje a cenar, era tarde y todos estaban durmiendo pero yo tenia hambre por culpa de David que me habia entretenido privandome de la cena.
Baje y me hice una hamburguesa. Cuando la termine lave lo que habia ensuciado y me iba a ir a mi habitacion cuando ví que la ventana estaba abierta, me asime y a lo lejos ví aquel opel aparcado en el mismo sitio de esta tarde pero sin nadie dentro. Me asusté, y mucho. Sin pensarlo subi al cuarto de Elissa y por suerte ella estaba bien pero su ventana estaba abierta. El habia estado aqui, otra vez, mirándola, eso me provocaba una sensación que no habia experimentado antes, queria saber quien era ese tipo y pegarle una patada donde se que les duele a los tios.
Me quede toda la noche con ella en su habitación, dando vueltas y no fue hasta bastante más tarde cuando ví una rosa blanca debajo de su almohada.
La cogi y la examiné, era de un material que no conocía, parecía plástico pero no era tan cutre y además olía, olía a tabaco.
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