El nuevo novio de mi prima Delia se llama Josué... alto y aguileño y ojos de víbora y velludo como un chango; de cruz de plata en el pecho y auto a la puerta y buena cuenta en el banco... Delia lo ama y más la tía Vero que es más ambiciosa que nada. A mi me gustó el chavo y sé que igual yo a él... Sonrío y pienso en sus ojotes de sierpe... mientras Mauro me mete la pinga con afán y deleite. Mi novio susurra en mi oido lo rica que estoy, y yo gimo y parpadeo. Besa mi hombro y me levanta una pierna y me resbala su pingota... la cual yo veo que me entra toda en mi triangulito velloso... la siento por el páncreas...rico, riquísimo. Mi madre sabe que estoy con él... y no me dice nada. Total, si es casado... mientras me de dinero... Pero yo pienso en el galán de Delia... Me fascina el peludo tipo y sé que me voy a ensabanar con él tarde que temprano.
Me visto y Mauro me mira en el espejo.
-Tengo que dejarte Liz- dice Mauro y sus ojos de miel fijos en mí... su bigote espeso tiembla y él suspira.
Parpadeo y me pongo la blusa floreada.
Afuera de nuestro hotel barato nos vemos por última vez... dijo que no puede ofrecerme nada... y sus 4 hijos... y sé que tiene a otra igual de piruja que yo... sólo lo sé. Ni modo. Un año ya, pero nada es para siempre. Nos divertimos y mucho... me enseñó muchas cosas y le di tanto placer... pero nunca le dije que lo amo...Él sí y a pesar de ello me deja...
Llego a casa y mi madre ve la telenovela. Me mira y sigue mirando a esa actriz llorosa. Paso a mi alcoba y me desnudo y me acuesto. Mi cama está fría y es muy ancha esta noche... y lloro una lágrima... no sé ni por qué... y sé que mañana será un día nuevo. Y que mi trabajo en la boutique allí estará... y los ojos lascivos del marido de mi jefa odiosa también allí me esperan... y a la vuelta de la esquina Vicente, en su peluquería y con ganas de cogerme hace un buen... Y mi vida seguirá como siempre... y tal vez le haga caso a don Rodolfo, el arquitecto, y sea su amante:me ha prometido mi departamento y coche y cuenta en el banco el viejo sesentón por tal de tenerme... y mi madre quedará encantada, creo yo.
Mañana... mañana.
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