Denunciar relato
Sentir que junto a ti florecía
que la escarcha
no era tan sólida
como tus entrañas,
que los nudos
del puerto enclaustrado
se podían desarramar:
emprender nuevos viajes
junto a la cercanía
de tus palabras
empapados de luz,
deshinibir bellezas ocultas,
hacer crecer la flor innata
donde los desengaños
parezcan pausas del reloj
confundidas
y no un equívoco destino
sin horizonte,
haciéndose dueños del timón
cuando el rumbo se hace cómplice
flotando en la espuma
que baña sueños acariciados
o deseada brizna de mar
que la despierta
amiga perdurable
y el fin sea
luz que brilla incesantemente.
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