Hora: 1 a.m.
Número de desvelo: 5862A.
Código de la chorrada/reflexión desarrollada: K846N.
Título opcional: Guay
«Hay personas que utilizan el infinitivo en lugar del imperativo con una naturalidad y/o descaro que resulta indecente:
-"Venir" y os lo daremos.
-"Cazar" muchas mariposas y "traernos" una luego.
-"Rezar" a la virgen y os concederá todos vuestros deseos.
Algunas de ellas hasta lo hacen en público, fuera de casa, ¡con gente que no conocen!
Es más, ¡incluso en radio y televisión! ¡De esos hay así...!
(No me veis pero, en mi imaginación, estoy juntando las yemitas de los dedos de mi mano derecha, porque no soy zurda, aunque me gustaría y no entiendo la razón. Es por ello que si aporreo la pantalla táctil del móvil con el índice diestro, el gesto que sugiere la cantidad de pateadores del lenguaje, sólo puede ser imaginado.).
Y no obstante, a "esos" les respetamos su derecho a tener una vida digna.
No sé... Somos guays siendo tan generosos.
Sí, mola ser guay... Es como si fuésemos superiores, ¿no?
Al fin y al cabo, no es el mismo caso de esas otras personas que confunden el subjuntivo con el pasado. Ya sabéis: el "lleguemos" por el "llegamos".
Ahí sí que estaría de acuerdo con que se les proporcionase algún castigo, pero sin llegar a perjudicar gravemente su salud: un exilio... un ADSL de 30 MG que en realidad no son 30... un pantalón de pana en agosto... una antena parabólica que sólo coge la autonómica...
Yo qué sé... Son ejemplos improvisados recogidos en un desvelo más y, aunque se me ocurren otros muchos, voy a parar ya, porque me escuece ser tan guay escribiendo.»
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