Ella y Yo

Allí estábamos ella y yo, tumbados en aquella cama, la que era llamada ‘’nuestro sitio mágico ‘’ yo estaba sobre ella, los 2 permanecíamos con nuestros cuerpos inmóviles y con los ojos cerrados, dejándonos llevar por la pasión, solo nuestras manos y nuestros labios estaban en movimiento. Nuestras respiraciones chocaban entre sí, mientras que mis manos se entrelazaban con las suyas, era especial, sin duda anhelaba sus labios y sus caricias. Nuestros labios al fin se juntaron, una vez unidos, parecía que iban a ser sellados de por vida. Una de mis manos soltó la suya y comenzó a recorrer su cuerpo de abajo arriba, su piel, era muy suave, blanca y deliciosa. Mis labios recorrían los suyos tiernamente, pero sin olvidar la pasión en ellos, ella me cogía del cuello, yo baje con mis labios al suyo, dando pequeños besitos por él, ella me clavaba sus uñas en mi cuello, fruto de mis besos por su cuello. Me levante cogí sus manos y las pase por mi barriga, mientras que con nuestras manos, me quitaba la camiseta, y cuando mi camiseta era subida por nuestras manos, ella me daba ligeros piquitos por todo mi cuerpo, siguiendo la propia prenda de vestir. Allí permanecía yo sobre ella con mi torso desnudo, ella dibujaba figuras con sus dedos sobre mi estómago, yo solo cerraba los ojos y la cogía de la cabeza llevándola hacia mis labios, mientras le decía te amo, ella sonreía en mis labios. Tomo el mando y cogiéndome de la cintura, se colocó sobre mi, comenzó a besarme por el cuello, me encantaba que lo hiciera, se fue deslizando con sus besos hacia abajo, esta vez por mi nuez, dirección a mis pectorales, recorriendo sus manos por todo mi cuerpo, simplemente era increíble, bajo hacia mi barriga continuando con mis besos, y con sus maravillosas manos dejo de darme caricias, para centrarse en bajarme el pantalón, con mucha ternura. Los 2 estábamos en ropa interior, dispuestos a todo, a entregarnos, a consumar nuestro precioso amor, la historia de mi vida, ella y yo. Estuvimos toda la noche dándonos caricias, besándonos, haciendo el amor, como una pareja recién casada, fue especial y bonito. Aun lo recuerdo, esa noche sin duda fue la mejor de mi vida.