Por gallardo le presuponía
Antes de comenzada la justa
Apuesto en la lejanía
Y de fiereza que asusta
El sol centellea en su armadura
Y su corcel de piedra parece
Los caballeros gritan su bravura
Las damas sin embargo adormecen
El Rey me lanza una mirada
Que recibo con un palpable enfado
Pues quiere que acoja embobada
A quien no advierte ni haberme situado
Apelaré a la batalla que emprende
En espera que complazca mi temor
Más si algún caballero le reprende
Mi padre bajará el tono acusador
Y entablado el nuevo torneo
Ya he cambiado mi este parecer
En lo cercano es más bien feo
Y menguado a mi pretender
Los primeros embates auguran calamidad
Tras aterrizar soberbio sobre su trasero
Y el Rey en honor a la verdad
Sus ojos en blanco eleva hasta el cielo
Las damas han salido de su sopor
Con carcajadas y dobleces de lomo
Pues todas descubrieron con estupor
Que a la armadura le sobran tres tomos
El Rey me vuelve a mirar y esta vez
Su soberano rostro advierte una leve sonrisa
Porque el enano abochornado se fue
Y al verme que casi me caigo de la risa
Moraleja:
La vida se vive de cerca
Y sin previa lucubración
Si no quieres llevarte sorpresas
O a un enano aparentón.
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