Denunciar relato
Me gusta pensar que los 39 grados que acabo de ver en el termómetro de farmacia por la que suelo pasar a diario, son un castigo de Dios por no haber imputado a Camps y Rita en el caso Noos.
Supongo que el hecho de que tenga el cerebro en estado gaseoso por este calor asfixiante influye en tales pensamientos.
Valencia... Cómo eres...
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