round

Se acordaron de aquellos días que de chicos jugaban a la pelota. Sus guerras de miradas y quien aguantaba más bajo del agua. Se acordaron de todo lo que vivieron. Uno al lado del otro sosteniéndose la mano, admirando el cielo lleno de nubes y de estrellas.

El mar vestía sus pies, ese mar que Juan se imaginaba. Esa espuma que de chicos le daba asco, ahora jugaban con ella. Eran chicos de cuerpo de grandes.

-que tengo en la cabeza Juan-pregunto tomas.

-los mismos pájaros que adornaban la vid de la abuela ¿te acordas?-pausa-igual no creo que te acuerdes, ya que sos mas chico. Pero no importa. ¿No los sentís? están bailando en tu cabeza.

-si es verdad, no me había dado cuenta. Siempre fui muy despistado, mama siempre lo decía-dio una amplia sonrisa.

Miraron el mar, miraron los pájaros, miraron el techo del hospital. Miraron sus recuerdos no era necesario pensar en algo más.

Juan se movió bruscamente al costado de la hamaca paraguaya, dejando fluir burbujas de distintos colores. Se recostó nuevamente, miro a su hermano y pidió perdón, tomas lo entendió, no había razón para explicar nada.

Enterrados en la arena mirando el paraíso del mar.  Cuando una mano bruscamente corrió el cielo de lugar, era robusta con el pelo atado, un traje celeste que se confundía con el cielo pero con una sonrisa temiblemente amigable.

-ya pasaron 8 horas, la quimio termino- dijo sacando la lanza que traspasaba el brazo de Juan.

La mujer saco varias cosas y se fue.

-chau tomas, nos vemos en el próximo raund.

-chau Juan el miércoles vengo.

Juan se penetro en la tristísima nada, no estaba en la playa sino en un hospital, levanto un pequeño espejo que al lado suyo se encontraba, y vio una enorme cicatriz al costado de su cabeza.

-fue la pelea más dura y la ganaste. Sos un soldado no te olvides de eso.

Dijo tomas.

No se escucho nada al otro lado de la cortina.

-nos vemos en el próximo raund-concluyo tomas.

-gracias, por todo- se escucho el grito de Juan

“mientras allá rounds la pelea aun no termina”.