Una Calurosa tarde de verano (3a. parte)
Seguidamente me volvió a coger por mi cola y me levanto a la altura de sus ojos, nuevamente, inmensos, rojos e iluminados; sentí que me quedaba totalmente paralizado, y todo pareció estallar, mi cuerpo se hincho rápidamente y parecía que iba a saltar en pedazos; cuando abrí los ojos volvía a ser humano, ya volvía a ser Alex, desnudo, con todo el cuerpo lleno de una gelatina, y encima de la cama. Eva rápidamente se puso encima de mí, nuevamente cogió mi pene, que estaba mas hinchado que un balón, y empezó a masturbarme, mientras me besaba apasionadamente los labios, y luego iba recorriendo todo mi cuerpo. Os juro, que sentí un placer y un gozo increíbles, parecía mentira, que aquella mujer que hacía solo unos minutos me había convertido en un lagarto, haciéndome pasar el peor momento de mi vida, él más terrorífico y horrible, me estaba dando ahora un placer sin límites. Intente besarle sus grandes senos, pero no me dejo, ella dirigía todo el juego, y sus ojos todavía estaban rojos e iluminados, y con una simple mirada suya, anulaba mi voluntad, y me hacia hacer lo que ella quería, solo dejaba que tocara y acariciará sus pechos, sus maravillosos pechos. Cuando acabo de besar mi cuerpo, se sentó encima de mí, e introdujo mi pene en su vagina, y empezó a moverse con una dulzura y una armonía increíble, y más tarde enérgicamente, y me corrí.. Tuve sin lugar a dudas el mejor orgasmo de mi vida (la verdad es que no había tenido muchos), y ella continuo, hasta que también ella volvió a tener un orgasmo. Luego puso mi pene dentro de su boca, y empezó a chupar y a chupar rápidamente; yo en pocos segundos volví a ponerme hinchado como un globo, sintiendo un enorme placer; y cuando estaba a punto de correrme, saco mi pene de su boca, y continuo con la mano, al tiempo que sus ojos volvían a ser inmensos, muy rojos e iluminados, y en un momento, su dedo volvió a entrar en mi pene, mientras ella casi apoyaba su otra mano encima de mi corazón; volví a sentir aquella misma presión asfixiante, y vi como nuevamente todo volvía hacerse grande, muy grande; yo volvía a empequeñecerme; otra vez era muy pequeño, pero esta vez más pequeño todavía, no debía medir mucho mas de unos 10 centímetros, era realmente insignificante de tamaño. Nuevamente volví a sentir la uña de Eva pasear por mi espalda, y otra vez el dolor agudo, el latigazo, y de nuevo volvía a tener una larga, muy larga y verde cola de lagarto; y prácticamente al mismo momento notaba como sus dedos me cogían por mi cola y me levantaban, otra vez a la altura de su cara, mientras ella se echaba en la cama, y me dejaba a mí encima de sus pechos, y me ordenaba que la lamiera, que quería volverse a correr. Yo era muy pequeño, al lado de sus grandes y hermosos pechos, me levante como pude, mi larga cola me desequilibraba totalmente, y empece a lamer sus pechos; si podía, subía en él y lamía el pezón, pero me caía, y volvía a empezar, así poco a poco ella estaba más y más cachonda, y yo también ya que aquellos pechos me volvían loco; y no pensaba en la situación en la que me encontraba, diminuto, con una larga cola verde de lagarto, a punto de ser transformado en un lagarto por la mujer a quien le estaba lamiendo los pechos; Luego me metió otra vez en su vagina, y sin rechistar entre en ella, hasta que se corrió, y de nuevo me saco de golpe, estirándome por mi cola, y volviéndome a colocar encima de su boca, donde estuvo unos segundos lamiendo todo mi cuerpo, y os juro que me corrí, si, tan diminuto como era y con una larga cola de lagarto, me corrí, Eva hizo correrme, y con un placer y un gozo increíbles.
Ella estaba echada en la cama de mis padres, y yo entre sus dedos, cogido por mi cola; y empezó a contarme cosas, me sorprendió al decirme cosas que yo había hecho, y lo que yo tenía intención de hacer aquella noche, y hablarme de mis padres, de mis hermanas, de una novia con la que había cortado hacía más de 6 meses y de las relaciones sexuales que había tenido con ella. Yo me quede literalmente acojonado, ¿Cómo podía saber todo eso de mí? Me había contado cosas íntimas, que nadie conocía, solo yo, y ella lo contaba como si hubiera estado allí. Fue cuando Eva me contó que a todas sus víctimas, (y yo era una de ellas), les absorbía el cerebro, que se quedaba con toda la inteligencia, el conocimiento, la memoria de todos aquellos a los que ella dejaba convertidos en lagartos, y cuando los dejaba transformados en lagarto para siempre, se quedaba con todo el cerebro, y de mi de momento solo había absorbido una pequeña parte, pero que ahora había de decidir que hacia conmigo, si me convertía en un lagarto y me volvía dejar humano, o me transformaba en un lagarto para el resto de mi vida, es decir siempre, y que no sabía que hacer, pero que hiciera lo que hiciera yo a partir de aquel momento sería siempre de ella, como su esclavo, Nunca podría resistirme a cualquier orden de ella. Si cuando me convirtió en un lagarto la otra vez ya había pasado el miedo y el terror máximo de mi vida, ahora en este momento, aquel miedo y terror estaban desapareciendo, estaba totalmente paralizado por el su poder, pero sentía placer y sumisión hacia Eva, otra vez era incapaz de gritar, suplicar, solo pensaba que había llegado mi fin, que ya me podía despedir de todo, y que a partir de aquel momento y siempre yo solo sería un lagarto, estaba totalmente en las manos de Eva, aquella vendedora de enciclopedias que había venido a mi casa para venderme una promoción, y acabaría convirtiéndome en un lagarto para el resto de mi vida, pero no me importaba, quizás era lo mejor para mi, lo mas placentero.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales