¿A DONDE VAMOS POR LAS NOCHES?
Por Benjamin.J.Green
Enviado el 14/10/2013, clasificado en Varios / otros
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Estoy llegando a mi destino, cojo mi maleta y me dispongo a bajar de este tren, que
hasta aquí me ha conducido, el tren esta desierto, igual que el anden.
De hecho, la estación entera esta desierta y extrañamente silenciosa.
Me produce una sensación de soledad, como nunca había sentido jamás y me
apresuro hacia la salida,presiento que tengo que largarme de aquí, lo mas
rápidamente posible.
Las puertas que dan a la calle están cerradas, la cosa comienza a preocuparme y
estoy empezando a sentir miedo.
Cuando por la megafonía,oigo que alguien reclama mi presencia, en el mostrador
de infamación.
Por fin encuentro el mostrador y allí no hay nadie,confundido y molesto, empiezo
a llamar a voces, a quien pudiera estar por ahí, escondido o haciéndome una
broma de mal gusto, pero nada, nadie contesta.
Entonces, ¿quien acaba de llamarme por la megafonía?, no recuerdo si era la voz
de un hombre o de una mujer.....en realidad, no recuerdo nada, el porque de este
viaje, el lugar donde me encuentro, quien soy.
Cuando me fijo,que a mis pies, hay un sobre blanco tirado en el suelo, en la
solapa hay un nombre escrito con letras doradas, que resulta ser el mío.
Juraría que este sobre no estaba aquí hace un momento, lo abro y hay una tarjeta,
donde solo hay una frase:
"Aquí acaba el camino"
Sorprendido y decepcionado arrugo la tarjeta rabioso, la tiro al suelo, que se ha
transformado en un césped verde y bien recortado, ya no estoy en la estación,
todo lo que me rodeaba ha desaparecido, ahora mis pies caminan por un prado
inmenso, que se extiende hasta donde alcanza mi vista.
Lo único un poco raro, es que el cielo también es verde,aunque mas clarito y en el,
flotando hay decenas de lunas, persiguiéndose de aquí para allá, no se si es un
juego o una guerra,solo se que es un espectáculo maravilloso.
Sin mas, vomito en esa pradera impoluta y lo que sale de mi boca tiene alas y se
parece a moscas negras grandes como nueces.
Me rodean y me gritan en un idioma desconocido, me hecho a correr y para huir
de las moscas, empiezo a saltar de luna en luna, cada vez mas alto y mas lejos.
Esquivo una y otra vez el enjambre negro que me persigue, cuando en un mal
paso, me caigo.
No es que pueda volar,pero floto, casi como las nubes.
Ya no hay lunas, ni tierras a mi alrededor, estoy en un pasillo hecho de espejos,
donde los miles de reflejos que me rodean, me hablan todos a la vez, creo que
me voy a volver loco, me tapo los oídos y me encojo, como la sombra al sol.
Un silencio sepulcral cae sobre mi,veo como avanza hacia mi una procesión de
personas con los rostros, vueltos hacia atrás, llevando un ataúd negro y ardiendo.
En el esta mi exconciencia,con una corona de espinas, retozando con un especie
de diablo, gritando mi nombre y maldiciéndome, mientras se aleja.
Me encuentro delante de un espejo gigantesco, pero no soy yo el que se refleja
en el, estoy en frente de un anciano, vestido con una túnica estrafalaria, que
cambia de color ha una velocidad que acaba mareándome.
De repente el extraño abuelo saca una pistola y me dispara,veo como la bala
atraviesa el espejo, antes de alojarse en mi pecho.
No hay agujero, sangre ni dolor,aunque siento como me atraviesa y se pierde
mas allá, de la negra oscuridad que me rodea.
Sin mas estoy en el espejo, el anciano se abalanza sobre mi y de alguna manera
se introduce en mi cuerpo,donde desde dentro se pone a apuñalarme con saña,
mientras corro desesperado por la ladera de una montaña, que hace nada no
estaba allí, tampoco el anciano con su puñal puede pararme.
En mi mano blando una pluma y con ella defiendo mi vida, escribo en un pergamino
tan grande como el mundo, a la par de muchos otros, conectados por cables y
fibra óptica, como si cada uno fuera una neurona, interactuando con otros como
el y todos escriben lo mismo.
Aquí acaba el camino.
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Esta mañana al despertarme, me fije que mi cuaderno de mesilla estaba abierto.
No recordaba haberme despertado, aquella noche.
A veces te despiertas y aun recuerdas lo que estabas soñando, cuando es así,
muchas veces,escribo mi sueño o pesadilla, puede dar juego en un relato y la
verdad hasta ahora,mis sueños no eran muy.......interesantes.
Este es diferente, nunca había recordado tantos detalles,casi no lo he tocado.
Lo raro es que no me acordara de haberlo escrito,normalmente, si me despierto
por las noches lo recuerdo.
A ver si me he vuelto sonámbulo y voy por ahí escribiendo.....que bárbaro.
Si alguien pudiera interpretarlo, estaría agradecido, no es que me preocupe,
es que siento curiosidad.
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