MALENA
Dicen que en la boca de los niños está la verdad y estas son la verdades de una niña que tiene ahora 6 años (cuando se escribió el artículo). Ella juntaba a su inocencia su propia sabiduría infantil, sin duda, como tantos niños. Con una ternura y un control sobre las cosas fuera de lo esperado, cuyas intenciones se rigen por conciliar las cosas más dispares y darle una cierta armonía a cuanto puede, capaz de intuir más allá de lo que sus ojos ven y sus oídos escuchan.
Anotaré algunas conversaciones mantenidas con ella: A los 2 años su madre le dice: si no comes va a venir el lobo. A lo que ella contesta: pero qué dices mamá, si el lobo es un animal y vive en el monte.
En otra ocasión con 3 años viéndome fumar, me pregunta pero qué haces tito y yo le contesto, echar un cigarro, y añado a esto que ella no debe hacerlo cuando sea mayor porque esto es malo. Como tiene preguntas para todo y una curiosidad insaciable, me dice entonces ¿y tú por qué fumas?.. A lo que yo digo porque a mí nadie me lo dijo cuando era pequeñito como tú y ahora es una costumbre. A los diez minutos me la encuentro andando sobre las baldosas del pasillo descalza y le llamo la atención diciéndole que así se va a poner malita, ella responde es que es la costumbre.
En el Teatro de fin de carrera en el Filarmónica donde actuaba la tita María.
Ella preocupada pregunta: ¿dónde está la tita María? Allí sentada se le explicó. Malena pregunta:¿lleva una cosa en la cabeza? Sí, así es el peinado se le dice. Y ella a continuación pregunta: ¿por qué tiene cara de mala? Porque representa a una señora que no es ella y esa señora es así, (se le explica).
Male dice yo no quiero que tenga cara de mala, mamá, dile que ponga cara de buena y se ría.
Así son los niños/niñas les gustan los rostros amables y las sonrisas.
Escuchando de niña, recientemente, una conversación entre adultos que versaba sobre el origen de la vida, en la que decían que hasta el bing-bang no había ni espacio ni tiempo y solo se hallaba una bola donde todo estaba concentrado. Muy atenta a esto Malena argumenta: si no había ni espacio dónde estaba la bola.
Y estando en casa de la hermana menor de su abuelita, ve al compañero de su tía leyendo un libro que se titula Por qué no somos felices y le va a preguntar a su tía que si no son felices no será porque quieren una cosa y cuando la tienen ya no la quieren.
Malena es más que un nombre de tango, Malena es una niña ingeniosa, Malena es una niña real.
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