AURORA PROHIBITIVA
Tu perfumada concupiscencia
de olores de nuestras noches
azules
de encuentros de sensualidad
lunar
y estrellas nacaradas presentes
sentía despertar mi alma dormida,
la penumbra de instintos
entre tinieblas
y el vértigo de tu compañía
celeste
al fundirnos como metal
incandescente
nuestra piel
era el tacto
de nuestros cuerpos desnudos
el sentir nuestros latidos
envueltos en llamas
abrazados a instantes enternecidos
como seres primerizos
envueltos
por deseo compartido
de cálidas esperas y anaranjada pasión
plagados de leves caricias y liberadores
besos
entre cómplices suspiros
y callado silencio
de seres complacidos
en su pretendida
oscuridad
hasta desmantelarse
la magia
de la íntima noche
y anhelado momento
como seres sorprendidos
en su lecho
con el amanecer
de una aurora prohibitiva.
Comentarios
COMENTAR
¿Te ha gustado?. Compártelo en las redes sociales